Después de mil avatares no precisamente deportivos, llegó a estar en peligro el derbi del Buesa Arena de esta tarde, pero al final el partido se jugará. Al fin y al cabo, Laboral Kutxa Baskonia y Bilbao Basket son dos formaciones deportivas y deportiva es su rivalidad, una rivalidad que no podría plasmarse de manera completa si al final no se lanzase el balón al aire.

El problema para el habitual morbo de este partido es que solo los gasteiztarras se juegan algo. Una vez derrotado al UCAM Murcia el lunes en Miribilla, Bilbao Basket tiene la salvación en su mano -cuatro victorias de ventaja respecto a Manresa, un rival al que la escuadra bilbaina recibe en el Bilbao Arena el próximo 11 de mayo y que, en caso de ganar, oficializaría matemáticamente la salvación-, pero los play offs están demasiado lejos -Cajasol, con 15 victorias, se ve a galaxias de distancia-.

Mientras, Laboral Kutxa Baskonia, ajeno a problemas externos y con un plantel disponible al completo, espera seguir con su triunfal marcha en casa de los últimos tiempos. De paso, los gasteiztarras esperan materializar su particular «revancha» ante el vecino, después de haber caído en Miribilla el 22 de diciembre, un 96-92 que llegó tras una prórroga y en el que jugadores como Germán Gabriel y Dairis Bertans -especialmente en el tiempo extra- destacaron en el bando vizcaino, mientras que Ilimane Diop, haciendo gala de una tremenda agresividad, fue el motor del juego interior baskonista, toda vez que Hamilton tuvo un día aciago en defensa -aunque anotara la canasta que forzaba el empate- y Pleiss sufriera con las faltas.

«Oposición fuerte»

En todo caso, Sergio Scariolo prefería no fiarse de la posible falta de concentración o motivación de los hombres de negro.

«Conozco muy bien al rival y tengo un gran aprecio y consideración a sus jugadores. La mayoría son veteranos, ganadores, duros, orgullosos, expertos...y con una capacidad de prestación reconocida, así que me espero una oposición fuerte», advertía en su alocución el preparador de Brescia.

Lo cierto es que la moral entre las huestes gasteiztarras están bastante más animada, toda vez que la recta final de la Liga Regular les está deparando buenas sensaciones, sobre todo cuando juegan como locales. Más aún, después de la victoria en La Laguna, que unida a la derrota del CAI Zaragoza -y la cuesta abajo de Gran Canaria de un tiempo a esta parte- deja la quinta posición a dos triunfos -en realidad, a uno, ya que Gran Canaria suma 16 victorias, pero los de Pedro Martínez tienen un partido menos y además el basket average les favorece-.

«Tenemos que jugar muy duro e intentar conseguir victorias. Los partidos ahora son importantes de cara al play off», remachaba Lamont Hamilton.