Maite SOROA
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PAPEREZKO LUPA

Duelo al sol en el PP

No es nada nuevo que en la derechona andan a dentelladas entre quienes juraron lealtad a Aznar y quienes se arriman al ascua del nuevo pope Rajoy. Pero la batalla desatada en plena precampaña electoral es todo un alarde de lanzamiento de cuchillos. O de navajas albaceteñas. Entre los medios más afines al abdominator de Valladolid, «Libertaddigital» dedicaba ayer el editorial al tema, y el titular habla por sí solo: «Sin el apoyo de Aznar y con el lastre de Rajoy». Para que quede claro.

El editorialista se refería alcandidato del PP a las elecciones europeas, Arias Cañete, y lo hacía para espetarle que «el principal lastre para su campaña» tiene que ver «con que el propio Gobierno del que acaba de salir es una tremenda estafa ideológica». ¿Estafa ideológica? ¿Será porque dijeron que eran de centro y son muy de derechas? No, más bien porque no son todo lo ultras que algunas y algunos quisieran. Tiene tela.

Para el digital de Jiménez Losantos, «el problema del Gobierno no es su `reformismo pausado', tal y como hace dos años diagnosticara Alejo Vidal Quadras; sino que ha llevado a cabo una política radicalmente contraria a la que venía abanderando su partido». Pues ya me dirán en qué, porque servidora no ve gran cambio. Pero bueno, después de leer lo anterior, no extraña la conclusión que extrae el numantino plumilla: «no habrá catarsis en el PP mientras este irreconocible partido no reciba un más que merecido castigo electoral». Vamos, que lo que quieren es que los fachas voten a Vox, que para eso Vidal-Cuadras es columnista de ese medio.

Pero no todos están con el expresidente del bigote menguante. En la otra esquina del ring, Federico Quevedo escribía en «Elconfidencial» que «en su ejercicio de deslealtad hacia el partido que honoríficamente preside, Aznar ha seguido una estrategia de victimismo bastante chapucera». A su juicio, «es una cuestión de dar la nota y de mantener una cierta presencia mediática que algunos políticos necesitan como si fuese una bombona de oxígeno. Por eso Aznar ya no es imprescindible para el PP, más bien al contrario: su presencia resta votos aunque él crea lo contrario. Los de VOX le han invitado a sus mítines... Pues ya sabe, ahí siempre encontrará oídos agradecidos con su discurso derrotista». Esto acabará con un duelo al sol como en la peli de Gregory Peck, ya verán.