La noticia de la última jornada de los play offs de la NBA debía haber sido la inesperada -y un tanto bochornosa- eliminación de los Chicago Bulls a manos de los Washington Wizards, o cómo Memphis Grizzlies, pese a desperdiciar un millón de oportunidades y tener que ir otra vez a la prórroga, ha puesto contra las cuerdas a Oklahoma al ganarle por 99-100. O tal vez el partidazo de DeAndre Jordan en el triunfo que adelanta 3-2 a los Clippers sobre los Warriors. Empero, la contundente sanción al dueño -por ahora- de los Clippers, Donald Sterling, se llevó las merecidas portadas, por venir de una unión y conciencia absolutas de la NBA contra el racismo, a través tanto del comisionado Adam Silver como de todas las franquicias.

Adam Silver afrontaba el primer problema de su era dando un puñetazo sobre la mesa. Después de las declaraciones abiertamente racistas publicadas hace unos días, el comisionado de la NBA expulsaba «de por vida» a Donald Sterling y le imponía una sanción de 2,5 millones de dólares, amén de obligarle a vender su franquicia, siempre y cuando contase con el beneplácito del 75% de los clubs de la NBA, algo que parece asegurado.

Esta expulsión supone que Sterling no podrá ingresar en instalaciones de la Liga, acudir a sus reuniones o entrar en contacto con su personal, incluidos los de los Clippers. Tampoco podrá asistir a partidos ni a entrenamientos, ni podrá participar en las decisiones relacionadas con la gestión de la franquicia californiana. El dinero de la multa se destinará a organizaciones benéficas dedicadas a labores antidiscriminación, que serán designadas por la Liga y los propios jugadores.

Por otro lado, las especulaciones sobre los futuros dueños de los Clippers, que no solo acataban la resolución de Silver, sino que la hacían suya en una nota publicada en su web, acaban de empezar. El propio Earvin Magic Johnson, «detonante» de este torbellino, sería uno de los dispuestos a hacerse con la franquicia angelina. El magnate mediático David Geffen o las estrellas del boxeo Floyd Mayweather y Óscar De la Hoya, según la web de la revista Forbes, también postularían a hacerse con una franquicia cuyo valor la citada revista tasaba en 575 millones de dólares.

LOS ANGELES CLIPPERS (3) - GOLDEN SATATE WARRIORS (2) (113-103). Los Clippers volvieron a ponerse el escudo del equipo para entrenar, tras lanzarla al suelo antes del cuarto partido. Una vez conocida la sentencia de la NBA, no solo se evitó el boicot de los jugadores -una iniciativa que fue mucho más que pura especulación-, sino que los Clippers se mostraron más unidos y fuertes que nunca. Un «jornalero» como DeAndre Jordan, con 25 puntos y 18 rebotes, simbolizó esa redoblada unión y machacó a unos Warriors cojos sin Bogut.

CHICAGO BULLS (1) - WASHINGTON WIZARDS (4) (69-75). Los nervios pasaron factura a unos Bulls con vitola de competidores infatigables. En un mal partido, los puntos de John Wall, Nene Hilario y Bradley Beal -61 entre los tres- bastaron, junto con los 13 rebotes de Gortat, para cortocircuitar a Chicago, que a la hora de la verdad sí echó de menos a Derrick Rose.

OKLAHOMA CITY THUNDER (2) - MEMPHIS GRIZZLIES (3) (99-100). Memphis ganaba 52-72, y se dejó remontar. Con 88-90 a cuatro segundos, Westbrook robaba un balón a Conley y empataba. En la prórroga, dos triples de hielo de Mike Miller. Con 99-100, Durant erraba un tiro libre clave, pero aún así Oklahoma tuvo el tiro de la victoria, pero el palmeo ganador de Ibaka estaba fuera de tiempo.