Los mismos medios que constantemente piden mano dura contra quienes protestan por el ataque a sus derechos sociales o nacionales o amenazan con la intervención del Ejército se alarman por la «tensión» existente en Cataluña y denuncian agresiones, eso sí, siempre que procedan del lado que no es de su gusto.

Ayer «La Razón» abría su edición con «La Cataluña borroka de Mas» y titulaba en portada «Sube la tensión: atacan sedes del PP y pintan una diana en una del PSC». Decía que, según los «partidos nacionales», la conflictividad irá en aumento». Pero no por los recortes de derechos a todos los niveles, sino por el proceso soberanista, claro. Una supuesta agresión a un stand que exhibía la bandera española el Día de Sant Jordi era la prueba de la división social de la que alertaba el diario de Marhuenda en su editorial. Ya sabemos que mientras se lleve a cabo el proyecto unionista, no hay división social, pero si surge un movimiento soberanista con apoyo masivo y pretende materializarlo democráticamente, la sociedad, al parecer unida hasta ese momento, se divide.

En «Abc», Hermann Tertsch hablaba de racismo en su columna y se refería al aficionado que en el partido del pasado domingo entre el Villarreal y el Barcelona lanzó un plátano al jugador blaugrana Dani Alves. Mencionaba varios tipos de racismo: Uno de ellos, «un racismo clásico y habitualmente aislado que agrede, insulta y pretende denigrar a jugadores negros en los equipos españoles». Ahora bien, «No responde a un racismo general entre españoles», faltaría más. Otro, «el antiespañol, que se ha adueñado de los campos en ciertas regiones y vomita odio hispanófobo sin pausa (...)». Pero no hablaba del que lo provoca, el ejercido contra quienes no reconocen como suya la nación española. Después aseguraba que «a la muy justificada denuncia» del gesto del aficionado que arrojó el plátano «se suman ahora mil represalias con las que se apresura todo Castellón a linchar al joven». Y después se le iba la olla: «Leña al bobo del plátano. Cuando hace días era absuelto y reafirmado en su flamante poder ciudadano Hasier Arraiz, jefe de la organización proetarra y racista Sortu, porque dicen los jueces que no es enaltecer el terrorismo decir que ETA hizo muy bien en asesinar a cerca de mil españoles». En fin, les ahorro el resto de la monumental melonada, construida con casi tantas falsedades como palabras.