Marcel Kittel logró su segunda victoria en la tercera etapa del Giro con final en Dublín con una remontada que le permitió recuperar en los últimos metros una ventaja de Ben Swift que parecía insalvable. El alemán volvió a tener que jugarse la victoria sin un buen lanzamiento del Giant y tuvo que exprimirse hasta el último centímetro para regalarse el triunfo en el día que cumplía 26 años.

Las dos primeras llegadas masivas han confirmado que Kittel es el mejor sprinter del Giro, pero no se esperaba que tuviera tan poco apoyo en un equipo que centra todas sus energías en esa especialidad. Máxime en los primeros días de carrera, en los que se supone que todos los corredores llegan con los depósitos cargados de energía.

Giant solo colocó a Veelers en el primer corte de 32 corredores. El siguiente, Preidler, entró en el puesto 98. Mezgec, el segundo hombre rápido del equipo, no aguantó entre los 173 que formaron el primer pelotón. Un sprinter necesita más ayuda de su equipo en los últimos kilómetros, máxime cuando el final en las calles de Dublín resultó complicado para colocarse.

A Kittel incluso le perjudicó su equipo porque quiso seguir la rueda de sus compañeros, pero su tren marchaba a una velocidad muy inferior al de Cannondale y el Sky y eso provocó que entrara en la última curva en undécima posición.

Boasson Hagen además hizo un lanzamiento perfecto de Ben Swift, al que dejó en cabeza a poco más de un centenar de metros de la línea, pero es tal la superioridad de Kittel que recuperó una veintena de desventaja para lograr la victoria antes de quedarse en el suelo exhausto.

Tjallingii, de nuevo adelante

No solo el final de la película, toda la etapa siguió el guión que se podía esperar. Se formó una fuga de salida, en el kilómetro 6, en la que Maarten Tjallingii (Belkin) volvió a ser protagonista con el objetivo de pasar en primera posición los dos puertos puntuables de la jornada para reforzar su maillot azul de líder de la montaña.

Junto al holandés se marcharon Yonder Godoy (Androni), Miguel Ángel Rubiano (Colombia), Gert Dockx (Lotto) y Giorgio Cecchinel (Neri). La fuga tuvo el mismo permiso que la del viernes. En cuanto alcanzó los 5.30, Orica tomó el mando del pelotón para defender la maglia rosa de Michael Matthews y empezó a reducir diferencias con la colaboración de otros equipos con hombres rápidos.

Los escapados estuvieron controlados en todo momento para atraparlos a ocho kilómetros de meta. A partir de ahí los equipos de los sprinters rivalizaron en la cabeza del pelotón, especialmente Cannondale, Sky y Giant, que no estuvo al nivel de italianos e ingleses y obligó a Kittel a remontar desde una muy mala posición para batir por centímetros a Swift, mientras que Viviani se tuvo que conformar con la tercera plaza.

Como en la primera etapa, los jueces establecieron un corte de once segundos entre los 32 primeros corredores y el resto. Los beneficiados fueron Michele Scarponi, Rafal Majka y Robert Kiserlovski. También entró en el primer corte Michael Matthews, que vivió un día inolvidable y llegará de rosa a Italia.

La última etapa en Irlanda también estuvo marcada por la lluvia, salvo en los últimos kilómetros en los que incluso el sol quiso despedir a la carrera, y se registraron caídas. El mayor golpe se lo llevó Cameron Meyer, pero pudo acabar la etapa. Solo Dan Martin y Koldo Fernández han abandonado en la Isla.