Garbiñe Muguruza avanzó ayer a los octavos de final de Roland Garros tras derrotar a la eslovaca Anna Schmiedlova por 6-2, 6-4, en una hora y 31 minutos. La vascovenezolana ha cogido carrerilla sobre la tierra batida de París y dos días después de haber acabado con la número uno del mundo, la estadounidense Serena Williams, que además defendía el título, no perdió la concentración y en la pista 7 superó a la joven checa que previamente había eliminado a Venus, la mayor de las Williams.

Es el segundo Grand Slam consecutivo en el que esta jugadora nacida hace 20 años en Caracas de padre eibartarra y madre venezolana accede a los octavos, después de que lo hiciera en el pasado Abierto de Australia, donde perdió contra la polaca Agnieszka Radwanska, precisamente la víctima ilustre de ayer.

Ayer demostró un tenis sólido y seguro frente a Schmiedlova, de 19 años a la que ya había vencido en Australia. Pese a tener problemas con su saque (cometió seis dobles faltas), se apoyó en la potencia de sus golpes para desarbolar a su rival, que no supo aprovechar las ocasiones que tuvo. Muguruza salvó siete de las bolas de rotura de las que dispuso su rival.

La pupila de Alejo Mancisidor comenzó el partido ganando el servicio de su rival, aunque lo cedió en el siguiente juego, pero la eslovaca ya solo ganó un juego más en todo el primer set. El segundo comenzó igual, con una rotura de servicio de Muguruza que, pese a que el encuentro tuvo una pequeña interrupción de media hora por la lluvia, mantuvo esa ventaja hasta el final para adjudicarse el partido.

Schmiedlova llegaba a París con dos torneos en tierra batida, los de Osprey y Trnava, además de haber disputado la final del de Praga justo antes de viajar a la capital gala. Muguruza, por su parte, además de los octavos de Australia, alcanzó la final del torneo brasileño de Florianópolis y las semifinales de Marraquech. A principios de temporada, en pista dura, ganó el torneo de Hobart por lo que llegó pletórica a Australia. Ahora en los octavos del segundo torneo del Grand Slam se medirá contra la vencedora del duelo entre la francesa Pauline Parmentier, invitada por los organizadores, y la británica Mona Barthel.

La revolución entre las cabezas de serie del torneo femenino continúa. Ayer fue el turno de Radwanska, número 3 de la WTA, a la que apeó la croata Ajla Tomljanovic, de 21 años y 72ª del mundo, por un doble 6-4. Tras la eliminación de Serena (1) y de Li Na (2) esta es la primera vez en la era Open (después de 1968) que ninguna de las tres mejores jugadoras alcanzan los octavos.

Sin prensa y sin móvil

Garbiñe Muguruza sigue saboreando su triunfo sobre Serena. «Ese partido me hizo sentir muchas emociones, muchas cosas pasaron por mi cabeza. No estoy leyendo nada, solo el periódico oficial que dan aquí en el torneo. No sé si está habiendo mucha repercusión en Venezuela o en España, supongo que sí, pero no quiero saberlo hasta que no acabe el torneo». En estas circunstancias necesita calma. «Me han dicho que no toque el teléfono móvil para estar concentrada en el torneo, es algo extraño», señaló a EFE.

Aunque no ha mirado más allá de su próximo duelo, Muguruza se siente preparada para dar la sorpresa en París. «Estoy jugando a un nivel psicológico superior, fruto de la suma de partidos importantes. Desde Australia he mejorado muchas cosas. Siempre tienes que creer que tienes la posibilidad de ganar, entrenas pensado que tu sueño es ganar un Grand Slam, aunque es difícil, creo que puedo conseguirlo», comentó.