«No se puede ser competitivo en el siglo XXI con máquinas del siglo pasado, hay que invertir»
El BEC se ha convertido en una miniciudad de las máquinas y las herramientas. 1.314 firmas expositoras se han dado cita en los pabellones de ese recinto. Objetivo: mostrar al mundo los avances y el buen hacer para permitir a la industria que sea más productiva y competitiva. La 28 edición de la Bienal de Máquina Herramienta ha recuperado el pulso. Todavía es débil, pero avanza y hace negocio.

La vigésimoctava edición de la Bienal de Máquina Herramienta cierra este mediodía sus puertas en el BEC. Desde la organización se adelanta ya que hay un 15% más de compradores de maquinaria que en la anterior. Las compañías expositoras confirmaron que ven unas perspectivas positivas, pero admitieron, en general, que faltan inversiones para sacar al sector adelante.
Vanesa Caamaño, responsable de marketing de Nicolás Correa Anayak, confirmó ayer mismo que «ha habido bastante gente, con interés en cerrar transacciones. Estamos contentos». La realidad es que esta semana «se ha visto mucha gente, nada que ver con la anterior Bienal. Hay más optimismo». Esta compañía presenta en esta feria «un nuevo cabezal para rectificar. Es un accesorio que se acopla a las máquinas, con lo que hacemos un trabajo multifunción». Caamaño certificó que «esperamos buenas perspectivas de esta bienal».
El director general de Zayer, Iñigo Pérez, explicó a GARA que «estamos contentos». Igual que otros, remarcó que es una feria local que sirve para mantener contactos. «Las importantes son en Alemania e Italia». La empresa alavesa obtuvo uno de los premios a la innovación. Admitió que todavía no se ve una línea ascendente en el sector, porque «hay meses interesantes y otros flojos». Recordó que el plan renove del Gobierno de Gasteiz que «ha permitido que el mercado vasco, que es el más importante del Estado español, se haya movido y activado». Lamentó que se terminaran los fondos y tiene la esperanza de que el Gobierno español «saque uno, porque vendría bien».
«Desindustrializando»
A juicio de Iñigo Pérez, «la inversión en maquinaria en el mercado estatal es una asignatura pendiente desde los últimos diez o quince años. Ha tenido una curva decreciente. El Estado español se está desindustrializando. Solo cabe la excepción del País Vasco que ha mantenido siempre un nivel más acorde, a lo que tendría que ser».
El premio a Zayer por la innovación en un cabezal «es un desarrollo nuevo -dijo- que va a gustar mucho porque aporta fiabilidad y versatilidad a los clientes. Permite que el mecanizado de piezas sea más rápido y al final es una ventaja para la cuenta de resultados. Nos piden que las máquinas hagan el mayor número de piezas en el menor tiempo posible y que sean fiables y tengan pocas averías. Son los parámetros que están encima de la mesa a la hora de vender».
El director general de Zayer afirmó que «tenemos buenas expectativas de que nos salgan buenos contratos. Es cierto que en la feria es muy difícil que se cierren contratos, pero los contactos permiten esos acuerdos posteriores. No pasa con máquinas pequeñas, pero las de un cierto tamaño que valen 700.000 euros, un millón o un millón y medio es muy difícil que se empiece y cierre las operaciones». Sí confirmó que «hay mucha gente muy interesada en este cabezal, que se puede incorporar a otras máquinas de Zayer. El empujón del premio nos ha resultado favorable».
Para Koldo Arandia, de Ibarmia, «la feria está bien, concurrida y animada». Sin embargo, manifestó que «echamos en falta una posición más inversora. Tenemos más trabajo en los talleres y más ocupación, pero la sacudida del terremoto ha sido de tal magnitud que la gente anda con excesiva prudencia». A juicio de Arandia, «hay que romper ese miedo sicológico. Hay una necesidad de renovar e invertir en equipos, porque no se ha hecho prácticamente en los cinco o seis últimos años, salvo excepciones. Los talleres se quedan con tecnología y herramientas obsoletas. Hoy en día tienen un desarrollo tremendo y desbocado.Las máquinas que hacemos hoy no tienen nada que ver con las máquinas que hacíamos hace diez años. No se puede ser competitivo en el siglo XXI con máquinas del siglo XX».
El director general de Ibarmia explicó que «es muy importante que la gente rompa con ese miedo, vea el horizonte, tome confianza y modernice sus equipos. Será bueno para ellos y para nosotros».
«Aventura de invertir»
Para el responsable de Ibarmia, «estamos entrando en una senda buena, porque el mercado estatal está consumiendo y las exportaciones están subiendo. Hay que tener en cuenta que dos tercios de comercio en Euskadi son con el resto del Estado. Es fundamental. Si se reactiva y se hace duradero en el tiempo, los empresarios vascos encontrarán esas mejores sensaciones y se lanzarán a esta aventura que es invertir y hacer mejor los procesos productivos», indicó Arandia. Ibarmia presentó a esta Bienal «una línea de máquinas totalmente nueva y de muy alta tecnología. Es un centro de mecanizado, de la serie T por su forma de la bancada».
Según explicó el responsable de Ibarmia, «una misma máquina integra lo que antes hacían dos o tres. Hace las funciones de un torno vertical y las de un centro de mecanizado. Permite muy elevados niveles de automatización y de gestión de herramientas potentes. Es muy adecuada para cubrir los requisitos de competitividad y productividad que nos exige el mercado».
Arandia reconoció ayer en el BEC que «Alemania e Italia mejoran». Pero, sobre los productores del país gobernado por Angela Merkel dijo que «son buenos, pero muy nacionalistas. Tienen una industria de fabricación de máquina herramienta muy potente. Se surten allí». En este repaso por la Europa competitiva, explicó que el Estado francés «tiene sectores como la automoción y el aeronáutico que funcionan bien», pero añadió que «la convulsión política provoca un desánimo, parecido que en Italia». Sin embargo, el responsable de Ibarmia explicó que las medidas anunciadas por Draghi «van en buena dirección, acelerará esa necesidad de dar un paso adelante, pero no solo mirando hacia Alemania, sino el conjunto de la UE».
30% de inversión en I+D
Jon Urgoiti, responsable comercial de Ona Electroerosión mostró su satisfacción por las previsiones y acuerdos que estaban consiguiendo en la feria. «Contentos porque hay mucho visita con peso. Con mucho interés». Admitió que «se nota la recuperación. Volvemos a los tiempos pasados de la Bienal Las dos últimas: la de hace cuatro años fue un auténtico desastre, la anterior fue algo mejor. Este año se ve mucho movimiento. Hay muchas consultas y muy interesantes y esperamos sacar cosas jugosas», precisó.
Igual que el resto, admitió que «en la feria no se vende, se enseña y se acuerdan contactos de ventas. Hemos hecho muchos contactos nuevos. Muchos que se inician en la erosión. Lo iremos viendo. Los años de feria suelen ser positivos para nosotros».
Urgoiti dijo que exportan el 80% y «vemos que los demás están bien. Italia y Francia son los principales países de venta nuestros, y Portugal, el año pasado y este andan fuertes». Para esta empresa de Durango, «nuestros clientes del Estado español se van recuperando».
También tuvo premio a la innovación con «la principal novedad que es la máquina de control de ocho ejes simultáneos. Somos pocos los que podemos hacerlo. Ona es una empresa puntera. Más del 30% de nuestra facturación va a I+D. Es fundamental». Esa realidad hace a esta empresa de poco más de un centenar de trabajadores «competir y estar por encima de los verdaderos monstruos del sector, los japoneses y los suizos. Tratamos de tú a tú a las multinacionales», se jactó el responsable comercial.
Juan Etxebarria, director de marketing sector automóvil de Fagor Arrasate, admitió que la 28 edición de la Bienal «va bien». «Exportamos el 90%, pero nos da pie a mantener buenas relaciones y ver a los competidores». Sin embargo, admitió «con los pies en el suelo», que esta feria es mejor que la anterior «pero no hay que echar las campanas la vuelo».
Fagor presentó los tres negocios en las líneas de estampación en caliente, los procesos de de corte por servotecnología y el sistema de piezas del automóvil de alta producción. «En los últimos tres años hemos hecho récord de ventas y ahora andamos algo peor. Hay una serie de decisiones que pueden volver a activar el mercado».
Un 12% más de expositores y un 15% más de compradores especializados
Las expectativas que se relanzaron sobre esta edición de la Bienal parece que no han caído en saco roto, aunque todavía esta 28 edición está lejos de las primeras que se celebraron en el BEC, tras abandonar la Feria de Bilbo. Sin embargo, los expositores «han respirado otro aire», tanto las grandes como las pequeñas empresas que van a remolque de lo que se mueve». La realidad es que los dos últimos certámenes tuvieron poca expectación.
Pero, en esta edición han confluido «más innovación, más empresas y más producto». 1.314 firmas expositoras de 27 países, un 12% más que en la última edición. Cerca de 800 máquinas de grandes prestaciones y 300 novedades. Hoy se conocerán los resultados, pero hasta ayer hubo un 15% de compradores más en los pabellones del BEC. J.B. 1.314

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