Aunque estaba previsto para este viernes, finalmente fue ayer, lunes, cuando se materializaron dos episodios más en la convulsa historia reciente que está viviendo Osasuna. Por un lado, el club hizo llegar a Hacienda Navarra el plan de viabilidad que ha estado gestando en estas últimas semanas -su envío no estuvo exento de complicaciones derivadas de la actual situación económica de la entidad rojilla- y, a renglón seguido, se consumó la dimisión en bloque de la junta directiva.

Debido al impago del recibo de la luz, las oficinas del club permanecieron sin fluido eléctrico durante parte de la mañana, lo que obligó a buscar una alternativa para remitir el plan de viabilidad al órgano recaudatoria foral. Según algunas informaciones, el documento se transmitió finalmente vía correo electrónico, mientras que otras apuntaron a que se tuvo que imprimir en otro lugar diferente al de las instalaciones administrativas rojillas.

Sea como fuere, dicho plan ya está en manos del departamento que gestiona la consejera Lourdes Goicoechea, tras cuyo estudio, habrá que esperar a ver si recibe el visto bueno del Gobierno de Nafarroa o, por el contrario, decide rechazarlo, con lo que los nuevos gestores de Osasuna deberán sentarse a negociar una salida diferente a la deuda que tiene contraída la entidad rojilla con las arcas navarras y que, según se ha publicado, asciende hasta los 60 millones de euros, si se suman los intereseses generados durante estos últimos años.

Como ya se recordará, el pasado viernes, el ya expresidente del club, Miguel Archanco, hizo públicos algunos esbozos del contenido de dicho plan de viabilidad. Sus principales puntos se refieren a la solicitud a la Hacienda Navarra de una carencia de dos años o alargar en el tiempo el pago. Algo que también se pretende hacer con una entidad bancaria para aplazar en cuatro o cinco años la fecha de vencimiento de la amortización de un crédito hipotecario que debe abonar Osasuna anualmente por un importe de 1,2 millones, según explicó Archanco.

Del mismo modo, se plantea una quita del 50% a la deuda generada con los proveedores. Según los datos manejados por el ya dimisionario presidente, dicha cantidad se reduciría de 3,5 millones a 1,8.

Modificación de estatutos

Una vez consumada la dimisión de la junta directiva y enviado el plan de viabilidad, el siguiente paso en la agitada agenda rojilla posdescenso se producirá este próximo viernes -de no mediar alguna sorpresa, que tampoco sería descartable-, con la celebración de una asamblea extraordinaria de socios compromisarios en la que, en principio, cinco socios serán elegidos por sorteo como compo- nentes de la gestora que gobernará los designios de la entidad rojilla hasta la convocatoria de unas nuevas elecciones, lo que podría suceder a finales de julio o principios de agosto. Entre sus tareas más importantes, está la de elegir al nuevo entrenador del primer equipo y confeccionar la plantilla para la categoría de plata, con sus correspondientes salidas y fichajes, todavía por determinarse.

Todo ello si la mencionada asamblea no decide en su inicio una modificación de los actuales estatutos, tal y como explicó Archanco en su última carta al socio -el contenido íntegro de la misiva se puede leer debajo de estas líneas-, lo que podría derivar en la constitución de una gestora con empleados del club, la idea primigenia.