Maite SOROA
msoroa@gara.net
PAPEREZKO LUPA

Un bando (apolillado) para la plebe

La caverna mediática, a lo suyo. Tienen una semana agitada con la proclamación del nuevo rey español y llaman a los súbditos a mostrar su «júbilo».

«La Razón» y «Abc» publicaban un bando de la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en el que «anima a todos los madrileños, como representantes de toda España, a respaldar y celebrar en las calles la nueva página que se abre en nuestra historia», según el diario de Marhuenda, que advertía en portada de que la Policía «alerta de un 19-J `caliente' por los grupos republicanos». Vuelven los rojos. El bando de la señora Botella no dice que los madrileños sean representantes de toda España, pero es cierto que anima «a testimoniar en nombre de toda España nuestro pleno respaldo a nuestros nuevos Reyes con vuestra presencia en todas las calles y plazas que serán testigos de los actos de la proclamación, así como a adornar vuestros balcones con la enseña nacional, para ofrecer, con esta sencilla prueba de patriotismo, nuestra plena confianza en el porvenir de nuestra Nación en esa jornada memorable». Un bando un tanto apolillado, ¿no creen?

Pues parece que «Abc» no lo cree así, porque le dedicaba varias páginas, además del editorial, en el que decía que el jueves «las calles de Madrid serán las arterias de una nueva etapa histórica, porque por ellas pasarán los Reyes de España, Don Felipe y Doña Letizia, culminando así una sucesión ejemplar, pacífica y reveladora de una actitud nacional mucho más sensata que la que reflejan determinados debates artificiosos sobre monarquía o república». Ya para qué debatir, con lo ejemplar que es esta sucesión, casi tanto como la de Franco por el padre de la criatura. Así que el bando de la alcaldesa de Madrid «ha sido un acierto», por lo que «Abc» «se suma a este llamamiento, no solo como muestra de lealtad hacia los nuevos Reyes, sino también como testimonio de gratitud hacia don Juan Carlos y Doña Sofía». Y para rematar, otra solemne melonada: «No es preciso sentirse monárquico para aceptar, sin forzar la realidad de los hechos, que nunca como ahora, con la Monarquía parlamentaria, España se ha regido a sí misma como un país libre, democrático y moderno». ¿A quién se lo contará, a un grupo de turistas de Raticulí?