Daniel MARTÍNEZ
Deutsche Welle
Mundial de Brasil 2014

La sombra de una vergüenza

La circunstancia de que Estados Unidos y Alemania se enfrenten en el Mundial sabiendo que, con un empate, ambos equipos pasan a la siguiente ronda despierta suspicacias y sospechas basadas en una bochornosa historia real. Si a los dos equipos les conviene el resultado, ¿por qué no? La pregunta no es nueva, y la situación, por lo menos para los alemanes, tampoco. Así como en esta ocasión en Brasil, en el Mundial de España en 1982 se enfrentaron dos equipos a los que un marcador clasificaba a la siguiente fase del evento. Los protagonistas: Alemania y Austria. El escenario: el estadio de El Molinón. El marcador: el necesario 1-0 que les servía a las dos selecciones. El resultado: una de las mayores vergüenzas del fútbol internacional y uno de los episodios más bochornosos en la historia del fútbol alemán, considerado como un claro ejemplo de afrenta al `juego limpio'.

Hoy, 32 años más tarde, con excepción del defensor alemán Hans-Peter Briegel, quien en el 2007 se disculpó públicamente ante los argelinos por la «picardía», no hay ningún jugador que acepte abiertamente la existencia de un `arreglo'. Pese a ello, en los libros de historia se habla del partido como «la vergüenza del pacto de no agresión de Gijón». Hoy es difícil de imaginar que algo así suceda. La sombra de la vergüenza debe ser suficiente para que una historia como esa no se repita en Brasil. Además, la simple duda reforzada por el hecho de que Jürgen Klinsmann, el entrenador de Estados Unidos, es alemán, ya ha suscitado vehementes reacciones.

Pero este Klinsmann quiere evitar cualquier sospecha de que podría «echar una mano» a su amigo y protegido Joachim Löw, quien en el Mundial de 2006 fuera su asistente y luego le sucedió en el banco de entrenadores de Alemania. Pese a la controversia por un posible `nuevo Gijón' en el Mundial de Brasil, el central alemán Mats Hummels, en un apunte humorís- tico, se disculpó por adelantado y dijo: «Si en el minuto 91 del partido contra Estados Unidos el marcador está 1-1, no voy a intentar como último hombre de la defensa gambetear a cuatro rivales. Máximo a dos, pero no a cuatro. Espero su comprensión».