Isabel Coixet no consigue asustar ni a las quinceañeras

AIsabel Coixet se la ve más perdida a cada nueva película que rueda, y ya no le siguen ni sus incondicionales de antes. Después de encadenar sendos fracasos con sus pretenciosas «Mapa de los sonidos de Tokio» y «Ayer no termina nunca», se pasa al terror juvenil con unos resultados desconcertantes, debido a que ni provoca miedo, ni tampoco inquietud por la vertiente del thriller sicológico, ni siquera sorpresa en la derivación final hacia el cuento de fantasmas. Por la presente queda claro que el cine fantástico no es lo suyo.
Toca demasiados subgéneros dentro de una misma película sin decantarse por ninguno, aunque sobre el papel pareciera que iba a apostar por el doppelgänger, utilizando el recurso del doble a la manera de Darren Aronofsky en «Cisne negro». Y, en realidad, se sirve del desdoblamiento de identidad sólo para despistar. Al principio apunta hacia una permuta del mundo del ballet por el del teatro escolar, ya que la protagonista interpreta a Lady Macbeth en una función que le enfrentará con su sustituta. Es entonces cuando mete con calzador una referencia a la versión cinematográfica que Roman Polanski hizo de la tragedia escocesa de Shakespeare, y de ahí pasa torpemente y de forma nada casual, a una fijación por las localizaciones obsesivas al estilo de «Le Locataire», que en su caso se resumen en un pasadizo subterráneo, un ascensor y unos columpios.
Lo único que consigue con la repetitiva ambientación es que la reducida duración de menos de hora y media se haga más larga y aburrida, porque con el cineasta de origen polaco no comparte ni su sentido de lo surreal, ni tampoco su capacidad onírica. La catalana podía haber encontrado a su mejor aliado en el gran director de fotografía Jean-Claude Larrieu, pero los aciertos visuales del de Lourdes no obran el deseado milagro al malograrse por culpa de las consabidas tendencias esteticistas de una realizadora, no lo olvidemos, procedente del campo publicitario y a la que le pierde de su declarada modernez.

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