Una expedición compuesta por veintisiete dantzaris, dos músicos y un trikitilari que compartirán escenario junto a otras agrupaciones de diferentes países en las mencionadas capitales europeas. La mayoría de los componentes proceden de Enkarterri, fundamentalmente de Zalla pero también los hay de Balmaseda, Artzentales, Gueñes e incluso de Amurrio e Iruñea.

En la cita parisina -en el teatro Les Feux de la Rampe, ubicado en el 34 de la Rue Richer- bailarán junto con grupos llegados de otros lugares del mundo. Es el caso de los sardos de Li Fruehddi Tiltesi Telti, los madrileños Raíces de Cenicientos, Amankay de Bolivia o Bayfem, la escuela de danzas de la facultad de Ingeniería de la Universidad de Ankara en Turquía. Será su primera escala, del 24 al 27 de agosto, después volverán a recorrer otros 1.100 kilómetros hasta alcanzar la capital germana, ciudad en la que permanecerán hasta el próximo día 31.

Una aventura que afrontan con ilusión, tal y como explica Igor Mendoza, uno de los componentes del grupo a GARA. Según relata, «en este tipo de festivales el tiempo asignado a cada agrupación es de unos escasos 10 o 15 minutos, lo que te limita muchísimo, pero hemos pensado hacer un poco de todo, algo de bailes tradicionales de nuestra cultura hasta llegar a otros con coreografías más animadas al ritmo de la triki».

No es la primera vez que emprenden un viaje de este tipo, ya que hace un año acudieron a un evento similar en Hungría. Mendoza hace hincapié en que «hay que decir que son muchos los grupos en Euskal Herria que salen con asiduidad a participar en festivales folclóricos o realizan intercambios culturales con formaciones de otros países, existe una gran tradición y era una experiencia que nosotros también queríamos vivir». En ese sentido, destaca que para Ibai Lorak el viaje al país magiar «realmente fue una experiencia brutal y por eso repetimos. Por ejemplo, entre el resto de grupos nos llamó mucho la atención uno de la Republica Checa, por la diversidad de materiales, instrumentos, canciones y la alegría de sus bailes».

Otros grupos vascos también han emprendido el mismo camino durante los últimos años; Itxas-Alde de Bakio, Andra Mari de Galdakao, Alkarkide de Pasaia, Allur de Ibarra, Ortzadar y Duguna de Iruñea, Algara de Gasteiz, Oinkari de Villabona, Kriskitin de Durango, Kresala de Donostia, Aurtzaka de Beasain, Alkartasuna de Bermeo o Irrintzi de Zumarraga son ejemplos de ellos. Los puntos de destino han sido lugares como Argentina, Noruega, Portugal, Catalunya, Flandes, Turquía, Bulgaria, Suiza, Hungría, la República Checa o los Estados español y francés.

Largas horas de autobús y la convivencia durante varios días suponen un elemento importante de cohesión para la formación. «Nos ayudó más si cabe a estar todos más unidos. Este tipo de viajes se convierten en alicientes para todos los componentes del grupo ya que nos hace implicarnos y esforzarnos más en nuestra labor».

La oportunidad de conocer los bailes, estilos de danza, trajes o las peculiaridades o tradiciones de otras culturas cuenta también un atractivo evidente para los grupos vascos. Un interés recíproco, «el año pasado en Hungría les gustaron mucho las ropas y el material que utilizábamos». Asimismo Mendoza subraya que «bailes que en casa la gente ya se los sabe porque los ha visto en múltiples ocasiones, como puede ser Txotxongilo-dantza, fueron los que mejor aceptación tuvieron en Hungría, ya que ofrecíamos un espectáculo totalmente diferente al resto de grupos». Hecho diferencial que esperan que se vuelva a repetir durante esta semana tanto en París como en Berlín.

Una vez concluido el viaje, volverán a su dinámica habitual, que incluye una media de tres o cuatro horas de ensayos semanales. Trabajo que luego los componentes de Ibai Lorak tratan de mostrar «en las fiestas de los barrios, las de Zalla -que son a finales de setiembre-, las de algún pueblo de la zona y en bodas». Sin embargo, no son sus únicas actividades, Igor Mendoza desgrana que «en estos últimos 5 años, a mediados de abril, organizamos una Euskal Erromeria y comida popular, donde la mayoría de los participantes vamos vestidos con nuestras vestimentas tradicionales. También participamos activamente en los carnavales de Zalla y en la salida de Olentzero el 24 de diciembre».

En la agrupación no son ajenos a la delicadísima situación económica que padecen miles de personas y el 30 de mayo organizaron un alarde para recoger alimentos y productos básicos para las familias de Zalla que atraviesan por mayores dificultades. Miembros del grupo también han viajado al norte de África para realizar un Raid Solidario.

2015 será un año muy especial para Ibai Lorak Dantza Taldea, el grupo cumplirá medio siglo de vida y lo va a celebrar con una cita muy especial. Y es que junto al Ayuntamiento de la localidad de Enkarterri y Bizkaiko Dantzarien Biltzarra organizarán el Dantzari Eguna. La fecha aún está por definir pero Mendoza anticipa que «casi siempre suele ser en la tercera semana de mayo».

Una responsabilidad que recaerá en el grupo de Zalla por segunda vez en su historia, «la anterior fue en 1991 y con motivo del aniversario teníamos que intentar conseguir que algo que para nosotros significa tanto volviese a Zalla. Es un orgullo que Dantzari Eguna se celebre aquí, estamos muy ilusionados y deseosos de que llegue el día».

Para hacerse una idea de la magnitud del evento, en la última edición festejada el pasado 18 de mayo tomaron parte más de 70 grupos de todo el herrialde con la presencia de más de 3.500 dantzaris. «Moviliza a la mayoría de grupos de Bizkaia, nadie quiere perdérselo, es una cita que se marca en el calendario a principio de curso. Es uno de los días más importantes para la gente que baila. Primero bailamos todos los grupos, luego llega la comida y para acabar el día es el turno de la romería». En su caso, además, muestran una danza particular denominada Zarikete y que sirve para mostrar a través de la danza elementos tradicionales e históricos de Zalla.

De cara a la cita de la próxima primavera, Ibai Lorak pondrá todas sus fuerzas para que todo salga a la perfección, la cita y el cumpleaños lo merecen. Un recorrido de 50 años que les permite mirar con ilusión pero también con cierta cautela al futuro: «Actualmente el grupo goza de buena salud, contamos con más de 120 dantzaris. La gente está muy involucrada y participa activamente pero el futuro del grupo puede. No puedes hacer planes a más de un año, ya que la gente se puede desapuntar y todo lo que tenías pensado se pierde. Hay que trabajar a diario». Con esa meta, sus siguientes paradas están en dos grandes urbes en las que mostrarán parte de la nuestra cultura.