Fernando Bengoetxea Altuna, más conocido como Fernando Amezketarra, fue uno de los bertsolaris más populares de su época. Nació en 1764 en Amezketa y dedicó su vida al pastoreo, pero su mente rápida y sus respuestas ingeniosas le hicieron protagonista de diversas anécdotas y sucesos que son parte de la tradición oral de Euskal Herria y que se han transmitido de generación en generación. «Aunque no todas son ciertas», puntualiza el historiador y periodista José Mari Otermin. «Se le han colocado a Fernando tantas historias surrealistas, cuando no absolutamente locas, que en un momento dado hasta los propios vecinos de Amezketa comenzaron a dudar de que en su pueblo hubiera nacido realmente un personaje semejante». Otermin asegura que Fernando era «un hombre normal y poco dado a las historias raras» y que no fue hasta cien años después de su muerte que se empezó a forjar toda la mitología en torno a su figura. «A finales del siglo XIX y principios del XX, intelectuales con mucho sentido del humor como el Padre Orkolaga, Resurrección María de Azkue, el párroco de Tolosa o Serapio Múgica fueron recogiendo historias y anécdotas fantásticas procedentes de toda Europa y se las aplicaron a Fernando, que se convirtió así en un personaje humorístico».

Centrar su figura y clarificar su biografía es, precisamente, uno de los objetivos centrales de los actos que Amezketa le está dedicando a su vecino más célebre en el 250 aniversario de su nacimiento. Así, esta tarde, a las 18.30, saldrá de la Plaza del Ayuntamiento una visita guiada por los rincones de Amezketa que más frecuentó Fernando. «La plaza actual, por ejemplo, es en muchos aspectos la misma que conoció Fernando. Es en esa zona, a partir de 1775 y haciéndose ya un mocetón, que Fernando se inicia como bertsolari en una de las dependencias de la casa consistorial, que funcionaba como una especie de taberna o vinoteca». Otermin, que hará de guía en esta excursión, adelanta que «luego subiremos hacia la parroquia y visitaremos la casa natal del párroco, muy amigo de Fernando y también bertsolari, y la casa rectoral, que fue de su amigo José Ignacio Urretabizkaia y que tiene más de 400 años. En tercer lugar veremos los lugares donde nació y murió Fernando, la casas de Insausti y Azentzin».

El recorrido finalizará a las 19.30 en la Iglesia de San Bartolomé, donde comenzará acto seguido el concierto que la Quincena Musical ha preparado con músicas de la época en que vivió Fernando. Aunque el amezketarra, según Otermin, no estaba probablemente muy cercano al mundo de la música, más allá de las melodías populares que él mismo cantaba, no es la primera vez que se le rinde un homenaje musical en su propio pueblo. «Con motivo del primer homenaje que se le hizo en 1924, una serie de músicos como Joseba Olaizola, su hermano el barítono Gabriel Olaizola y el violinista Pablo Sorozabal homenajearon con su música a Fernando. Y unos años más tarde», prosigue Otermin, «en 1951, se estrenó dedicada a él una de las piezas más famosas del repertorio para txistu, `Birigarroa', de Isidoro Ansorena».

«Garai hura gara», que es como han llamado al espectáculo de esta tarde, es obra del pianista Xabier Lizaso y el bertsolari Andoni Egaña, que hará las veces de narrador y recordará los bertsos y las vicisitudes del famoso amezketarra. El elenco de artistas lo completará la soprano Ainhoa Garmendia, que cantará obras de Mozart, Haydn, Manuel de Gamarra, Joaquín de Oxinaga y de Xabier Munibe, Conde de Peñaflorida, así como una selección de canciones populares como «Iruten ari nuzu» o «Uxo zuria».