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Houellebecq sigue explorando su vena de actor en Venecia

El escritor francés Michel Houellebecq continúa explorando su vena interpretativa. Después de simular su propio secuestro en la gran pantalla, el autor de «Las partículas elementales» coquetea con la muerte en «Near death experience». Dirigida por Benoit Delépine y Gustave Kervern, que la definieron como «un poema visual», la película y su protagonista pasaron con bastante discreción por el Festival de Venecia, donde compite en la sección Horizontes.

Se trata de un relato pausado y minimalista sobre un hombre quemado por su vida familiar y laboral (es empleado de una compañía telefónica), que un viernes 13 decide escapar en bicicleta a las montañas de Provenza y dejarse morir ahí. La película se rodó en 9 días, con un equipo básico y poco presupuesto. La idea desde un principio es que Houellebecq fuera el protagonista.«Me parece muy divertida la idea de que me propongan ser actor, nunca lo habría pensado y, para ser honesto, pensaba que no sería capaz», dijo ayer en Venecia el escritor, que acaba de estrenar «El secuestro de Michel Houellebecq», dirigida por Guillaume Nicloux.

Comodín de la llamada

Por su parte, sin estar presente y sin película en competición, Lars von Trier volvió a llamar la atención. El director danés se dejó ver a través de una pantalla y transformó la rueda de prensa sobre la versión larga de «Nymphomaniac II» en una especie de concurso televisivo. Stellan Skarsgard, protagonista masculino de -Nymphomaniac-, asumió el rol de concursante que contaba con tres comodines de la llamada para preguntar telefónicamente al director.