Hamilton mete presión a Rosberg
El inglés obtuvo su sexta victoria de la temporada al imponerse en la guerra de los McLaren a su compañero Rosberg, que cometió el grave error de salirse hasta en dos ocasiones de la curva de la final de recta cuando lideraba la carrera en el circuito de Monza.

Nadie duda ya de que el título Mundial de 2014 se dilucidará en el duelo interno de McLaren y Lewis Hamilton consiguió, con su victoria de ayer en Monza, meter presión a su compañero Nico Rosberg, que ya siente el aliento de su compañero en el cogote. El inglés le restó solo siete puntos de diferencia, pero sobre todo le mostró al alemán que saber gestionar los nervios en esa batalla interina será clave para obtener el título.
Y ayer el alemán mostró lagunas en ese aspecto ya que, presionado por su compañero de equipo, cometió un error incomprensible en un aspirante al Mundial, saltándose, a mitad de carrera y por segunda ocasión, la curva de final de recta, abriendo, de par en par, la victoria de Lewis Hamilton.
No fue, sin embargo, la de ayer una victoria sencilla para Lewis Hamilton en el circuito de Monza, ya que problemas mecánicos le llevaron a ceder no solo la pole conseguida en los entrenamientos del sábado a su compañero Rosberg, sino que cayó hasta la cuarta plaza, al ser superado por Magnussen (McLaren) y Felipe Massa (Williams-Mercedes) en la salida.
Sin embargo, pronto solventó los problemas de su sistema de propulsión ERS y apenas necesitó diez vueltas para superar a sus dos predecesores en un brillante doble adelantamiento, otro bonito momento de la carrera. Con la superioridad mecánica de sus vehículos, la victoria, como durante toda la temporada, era cosa de McLaren y ahí comenzó la guerra fría.
El paso por boxes para cambiar neumáticos no varió nada entre los dos pilotos de la escudería británica, el cambio de gomas se produjo sin ningún tipo de complicaciones, manteniéndose el piloto alemán en cabeza de carrera.
El camino estaba despejado por delante para Rosberg, no así por detrás, donde Lewis Hamilton intensificó su presión por hacerse con el liderato del gran premio italiano. Y a Rosberg le tembló el pulso en el momento más inoportuno.
El mismo error
Acosado por su compañero, en la vuelta 29 Rosberg volvió a saltarse de nuevo -ya lo había hecho también 15 giros antes- la curva de final de recta, teniendo que coger la escapatoria, con lo que dejó el camino libre para que Lewis Hamilton lo adelantara sin tener que hacer nada más que sacar el máximo rendimiento a su monoplaza.
Lewis Hamilton no desaprovechó el regalo de su compañero e imprimió un magnífico ritmo de carrera con lo que su sexta victoria del año y otro doblete de McLaren no corrieron peligro en ningún momento. Por detrás, Felipe Massa fue, aunque muy de lejos, el primero de la otra carrera, la del resto de pilotos, que nada pudieron hacer con la inferioridad de sus máquinas.
En definitiva, ayer fueron solo siete los puntos que Hamilton restó a Rosberg, pero las sensaciones de carrera prometen gran emoción en la guerra fría de los McLaren.
Ferrari toca fondo en casa y ante sus tifosi
Condenados a un papel secundario durante todo el campeonato, Ferrari tuvo una de las actuaciones más decepcionantes del curso, donde y en su casa de Monza, rodeado de sus tifosi, que pese a todo siguen manteniendo la pasión por la escudería italiana.
Su piloto referencia, un Fernando Alonso que fichó con la intención de volver a pelear por los títulos y que está muy lejos de poder lograrlo, fue la imagen de la impotencia de su equipo, teniendo que abandonar la carrera en la vuelta 29, precisamente el número de carreras que el asturiano llevaba sin dejar un gran premio sin terminar.
Alonso terminó enrabietado, sobre todo por haberlo hecho ante los suyos. «Te molesta y te entristece por ellos. No tenemos expectativas altas en cada carrera. Abandonar aquí te da rabia, pero son cosas que no pudimos controlar y ahora toca pensar en la siguiente carrera», admitió el piloto.
El español tuvo un problema mecánico en su Ferrari mediada la carrera. «Tuvimos un problema con el KERS, que perdió temperatura o agua, algo así me explicaron por encima. Dejó de funcionar», explicó en el paddock a los periodistas. «Había que apagar el coche porque si no rompíamos los dos motores», señaló el piloto de Ferrari.
El bicampeón del mundo lamentó que se pusiera fin a su espectacular racha de Grandes Premios consecutivos finalizados puntuando (29). «Había tenido suerte de acabar las carreras pero llegó la avería y qué mejor que este año, que no luchamos por cosas importantes», dijo resignado. GARA
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