Toda la Lautada alavesa se encuentra flanqueada en su parte sur por una serie de montes que forman una línea continua. Avanzar por dicha línea es una garantía de calidad por dos razones: unos preciosos montes y, encima, las vistas espectaculares que nos proporciona el avanzar por el filo. Para terminar, es de destacar lo rápido que se avanza. Y es que, una vez que subimos a la primera cumbre, el terreno es bastante lineal, por lo que se progresa muy cómodamente.

Hoy recorreremos la parte más oriental de dicha línea, esto es, Baio, montes de Iturrieta y Santa Elena.

Justo a la izquierda de la fuente situada en la parte superior de San Roman de San Millán sale un sendero que atraviesa un pequeño puente para acabar en una pista que sube dirección sur. En breve pasamos una langa y llegamos a un cruce de pistas, donde cogemos la de la derecha. Por esta nueva pista toca seguir las marcas del GR durante un rato. De repente, aparecen unos mojones, a los cuales seguimos, abandonando así el GR. Los mojones nos llevan al punto clave del recorrido. En él, una flecha roja nos indica que sigamos por la pista de la derecha. Otra flecha roja y dos mojones, en cambio, nos indican desviarnos por la pista embarrada de la izquierda. Avanzamos por esta última.

Por este nuevo sendero seguimos las flechas y mojones hasta salir por un collado a la larra superior de la montaña. Pasar por este espectacular collado es lo más parecido al nirvana, ¡sublime! En la larra nos «subimos» al filo y a disfrutar del paisaje. La primera cima de hoy será el Mirutegi (1.165 m) y, al poco, le llega el turno al Baio (1.194 m), mítica cumbre puntuable. El sendero sigue dirección sur y nos aleja un poco del filo para salvar un murete natural que hay justo antes de llegar al collado sur del Baio. Ahora la ruta enfila dirección oeste por el filo hasta llegar al monte Txumartegi (1.067 m).

Después atravesamos un pinadi, llegando al bonito mirador de Opakua, antesala del puerto del mismo nombre. Una vez en el puerto, la misma tónica, esto es, hacia el oeste. Ahora el sendero puede estar un pelín difícil de localizar. Sin embargo, yendo por el filo, antes o después lo encontraremos. Subimos por la dura, pero corta, cuesta para salir al Arrigorrista (1.146 m).

Pronto experimentamos un curioso cambio de paisaje. Si hasta ahora siempre habíamos tenido precipicio a nuestra derecha y bosque a nuestra izquierda, lo que nos toca en la siguiente zona será larra, paisaje estepario a la izquierda. Así podremos contemplar el nacimiento de las Cascadas del Molino y los solitarios e inamovibles en el tiempo pueblos de Onraita y Roitegi.

Casi sin darnos cuenta hacemos cumbre en el monte Atxuri (1.103 m), escrito en su buzón como Larredez. Con las mismas avanzamos hacia la última cumbre puntuable de hoy. Aparte de los mojones, también tenemos en este tramo señales blanco-amarillas que nos ayudan a orientarnos. Unas últimas subidas y bajadas nos dejan en el monte Santa Elena (1.111 m). Desde aquí con una mirada se puede ver lo que nos queda de ruta.

Bajamos una potente cuesta y bordeamos unas piezas por el filo de la montaña. Cogemos el sendero que va pegado a la izquierda de la langa del filo. El último trozo de camino lo hacemos por pista hasta llegar al repetidor. Por detrás del repetidor sigue el sendero marcado con mojones. Sin embargo, a partir de ahora, la ruta no es tan evidente como hasta ahora, por lo que tenemos que tener cuidado de no salirnos del filo y quedarnos «colgados» en algunos de los valles secundarios que hay antes del Puerto de Ullibarri.

Y es que esto alargaría forzosamente bastante la excursión. Para ello es bueno tener siempre referencias visuales de a dónde debemos ir y/o la ayuda de una brújula. Tras realizar algunas subidas y bajadas a otras tantas cotas llegamos al Puerto de Ullibarri, donde acaba la etapa de hoy. Espero que lo hayan disfrutado, saludos.