VILAWEB, 2014/09/19
HEMEROTEKA

Sabe mal, Escocia. Es la hora de Cataluña

Finalmente no ha ocurrido el milagro escocés. El resultado del referéndum no es ningún mal resultado, comparado con lo que anunciaban las encuestas hace pocas semanas, pero es cierto que la pasión de estos últimos días de campaña había hecho pensar que todo era posible.

No lo ha sido. Sin embargo, ni el Reino Unido ni Europa no serán nunca más como eran. La perspectiva de la independencia de una parte de la Unión se ha hecho real y tangible, y tanto Londres como Bruselas han entendido que no se podía aplazar un debate que el Gobierno español pretende hacer ver que es inexistente. Los escoceses han dado el primer paso, un paso que, desgraciadamente para ellos, no han podido completar en esta ocasión, pero que la historia siempre conservará como el inicio de una nueva era política: la del debate democrático sobre las fronteras.

Y esta nueva era hoy tiene continuidad en el Principado. Esta tarde, el Parlamento de Cataluña oficializará la aprobación de la ley de consultas y marcará el punto de salida hacia la consulta del 9 de noviembre. No habrá pasado ni un día, pues, entre la resolución del referéndum escocés y el anuncio del referéndum catalán. Las diferencias entre uno y otro caso son tan obvias que no hace falta remarcarlas. Pero cuidado: lo son para bien y en mal.

Para mal, porque la actitud del Gobierno español es lamentable -y seguramente en este sentido el no escocés es una buena noticia para nosotros, ya que de él se derivará más presión para resolver el conflicto catalán. Pero también para bien, porque todos somos conscientes de que aquí la victoria del sí-sí es mucho más que una hipótesis, es casi una certeza. (...)