Del «récord Guiness de las excusas» a la «Humbition» para renacer el Baskonia
Aires de cambio en el seno de Laboral Kutxa Baskonia. Abiertas las puertas, las ventanas y lo que fuera para airear un club que debe renovarse, los gasteiztarras buscan frenar su caída de la élite continental. Con Marco Crespi al frente, por ahora solo se ve que hay mucho por hacer.

Buscar el «Carácter Baskonia» entre los nuevos miembros de Laboral Kutxa Baskonia será uno de los deberes de la afición, que nunca podrá olvidar los años en los que su equipo rozó la gloria del baloncesto continental. Pero lo cierto es que «la edad del Carácter» parece cosa del pasado. ¿Cuál es la época que vive ahora el club gasteiztarra? Ante todo, la de sortear la crisis económica, de talento y hasta de identidad, antes de volver a asentarse y avanzar.
Tras una temporada 2013/14 decepcionante tanto a nivel de resultados -solo se cumplió el de llegar al Top 16 de la Euroliga, porque las semifinales de Liga ACB y Copa quedaron lejos de su alcance- como de imagen -derrotas que provocaron silbidos de la afición gasteiztarra a su equipo; una asistencia menguante al Buesa Arena; la «refundación» en falso a cuenta de la llegada y marcha de Lamar Odom-, ha llevado a Josean Kerejeta a cortar por lo sano y volver a empezar. Dar por terminado el fallido regreso de Scariolo, dejar salir a Nocioni, último estandarte de la camada exitosa argentina en Gasteiz, y hacer caja con Pleiss, para empezar de cero a las órdenes de Marco Crespi.
El técnico italiano, tan afable y directo en el trato como espectacular a pie de pista, es el padre del nuevo lema del nuevo Baskonia: Humbition, fruto de la síntesis entre la humildad y la ambición. Pero aparte, Crespi forma parte de un nuevo Laboral Kutxa Baskonia. «Necesitábamos un equipo más físico, y para ello un técnico con conocimiento del mercado norteamericano, y que haga del trabajo su bandera», resumía Kerejeta los motivos de la contratación del ex del Siena.
«Retomaremos la senda del trabajo y abandonaremos la de las excusas», añadía el presidente baskonista, contrariado con un Scariolo que acabó de enrarecer el ambiente del Buesa Arena -en las presentaciones dejó de nombrarse al técnico por los silbidos del público-, consciente que una nueva reducción presupuestaria -anclada entre los 10,5 y 11 millones tras haber disfrutado hasta de 20- exige un trabajo desigual ante los grandes de Europa, pero con exigencias iguales: Top 16, y semifinales de Liga ACB y Copa.
Asumir las derrotas
De la mano de Marco Crespi, han cambiado muchas cosas. Para empezar, los fichajes. Orlando Johnson, Colton Iverson, Doron Perkins o Ryan Gomes -aunque este último llegue con contrato temporal- responden a fichajes en los que Crespi ha tenido mucho que ver, mientras que los fichajes de Kim Tillie, Davis Bertans, y sobre todo Tornike Shengelia, han sido fichajes «a futuro» realizados antes de la llegada del técnico.
Así, por la necesidad de aunar tipos de jugadores de tan distinto perfil, más la posible marcha de Heurtel a Turquía -o la de Lamont Hamilton, una de las decepciones tanto en la pasada campaña como del verano, incluidas unas acusaciones de Josean Kerejeta sobre la falta de profesionalidad del pívot-, han dado lugar a un Laboral Kutxa Baskonia agarrado con alfileres, con buena actitud por regla general -la gira sudamericana dejó buenas sensaciones, tanto por la muñeca de Bertans o la calidad de Gomes y Johnson- pero absoluta descoordinación de conocimiento mutuo y sistemas. Tillie y Heurtel se incorporaban tarde, Shengelia aún no han jugado por lesión -Causeur se estrenó el martes-, y Hamilton padecía una fascitis a la que se le suma una rotura de fibras. Así llegó el trompazo que supuso el 66-95 de la Supercopa ante el Barça, e incluso la mala primera mitad del Trofeo Diputación ante el Khimki, corregido tras el descanso.
«Ante todo me gusta ver pasión en el trabajo», afirmaba Marco Crespi como punto de partida de lo que espera. Una implicación esencial por la dependencia en cada uno de sus miembros para la buena marcha colectiva. Para ello, empero, el club debe tener paciencia y asumir derrotas -y rezar que no haya lesiones-. El «Carácter» se fue. Las excusas murieron. ¡Larga vida a la Humbition!
Bilbao BSR jugará en Turquía la previa de la Challenge Cup
El Bidaideak Bilbao BSR, subcampeón de la División de Honor de baloncesto en silla de ruedas, disputará la fase previa de la Eurochallenge del 12 al 15 de marzo en la localidad turca de Yalova con el equipo anfitrión, el Dodekanisos griego, el LSU-RSK Kaunas lituano y el London Titans.
El equipo bilbaino, que jugará una competición continental por primera vez en su historia, buscará en esta denominada «Euroleague 3» el billete para la Challenge Cup.
La «Euroleague 3» estará compuesta en esta fase previa por tres grupos de cinco equipos, que jugarán en diferentes ciudades -Bilbao BSR está enclavado en el grupo B, mientras que los miembros del grupo A jugará en la ciudad checa de Brno y los del grupo C en Albacete-. Los primeros de los tres grupos, junto a los terceros de los cuatro grupos que componen la «Euroleague 2», jugarán la fase final de la Challenge Cup, que tendrá lugar en la localidad holandesa de Papendal del 23 al 26 de abril. GARA

GARA es segundo en Gipuzkoa y NAIZ sigue creciendo con fuerza

«Goonietarrak», 40 urte: bihotzeko ganbaran gordetako altxorra

«Elektronika zuzenean eskaintzeko aukera izango dugu orain»

«Gizarte aldaketa handi bat» eskatu du euskararen komunitateak
