El «compromiso» de hacerlo mejor, pero con aún menos dinero
La entidad guipuzcoana sigue sin poder encontrar patrocinador, y afronta un cambio de ciclo con nuevo entrenador y muchas interrogantes en el camino.

La temporada 2013/14 fue de reconciliación en el seno de Gipuzkoa Basket. Tras un 2012/13 calamitoso, en el que se salvó del descenso en los despachos, la pasada campaña supuso el renacer del conjunto donostiarra. No solo se rozó la Copa y se peleó por jugar los play offs, dirigidos por Sito Alonso en el banquillo y Javi Salgado en el parqué, GBC se reencontró consigo mismo, sumando victorias como la cosechada en Gasteiz.
Podría decirse que Gipuzkoa Basket se demostró a sí mismo que es un club definitivamente asentado en la Liga ACB, pero lo cierto es que sigue viviendo una época de reválida permanente, a causa de su perenne falta de dinero -y patrocinador-. Su presupuesto, una vez más, ha bajado, y además han perdido a un buen número de los referentes de la pasada temporada. Javi Salgado ha vuelto con Txus Vidorreta, en este caso a Estudiantes; Raul Neto ha fichado por el UCAM Murcia, mientras que Jason Robinson se vestirá con el rojo de CAI Zaragoza. Ramsdell y Winchester tampoco seguirán en el seno guipuzcoano, siendo David Doblas -más los canteranos Olaizola y Motos, Goran Huskic y Xabier Oroz- el único referente que sigue.
El hombre «normal»
Doblas deberá enseñar el camino incluso al nuevo técnico, que llega en sustitución de Sito Alonso, una vez que el de Monzón decidía cambiar de extremo de la A-8.
El elegido fue Jaume Ponsarnau, un técnico definido como «persona normal», verdadera rara avis en el gremio de los entrenadores de baloncesto. «Normal, trabajador, que se ha hecho enseguida a la ciudad y el club», reconocía el presidente Álvaro Bilbao cuando definía a su nuevo preparador. Joven y de perfil reposado y hablar didáctico, Ponsarnau deberá añadir su sello personal a un cuerpo técnico en el que siguen Jon Txakartegi y Lolo Encinas, dos ayudantes de contrastada valía y que le habrán servido al de Tàrrega para ver lo que tiene entre manos.
«He tenido que salirme de mi `zona de confort' para adaptarme a los jugadores que tengo y adaptar a ellos mi defensa y los sistemas de ataque. Con todo, la sensación es que el equipo ha ido evolucionando como tenía que ir evolucionando, y encajando como debía ir encajando», afirmaba el preparador catalán en vísperas de la primera jornada de Liga ACB en una cancha tan complicada como la de Estudiantes. Por lo visto en pretemporada, los donostiarras han disputado seis partidos -uno de ellos a puerta cerrada frente a Laboral Kutxa Baskonia- y han sumado tres victorias y dos derrotas, dando buena imagen.
«Intento que mis equipos sean dinámicos y que, al mismo tiempo, jueguen con mucho ritmo y se muestren consistentes», afirmaba el propio Ponsarnau, que ante todo busca «que el equipo se pase bien el balón. Que a partir del altruismo del pase lleguen los puntos, el dinamismo y el ritmo».
Los principales referentes han sido los exteriores Taquan Dean y Jared Jordan, dos jugadores experimentados en Europa -aunque Jordan se estrene en la ACB- y que ofrecen un juego sensato con principal peligro en el tiro exterior.
«Jared marcará cómo tiene que jugar el equipo, con Josep -Franch- para que cambie el ritmo. Taquan Dean será el anotador exterior, pero muchas veces él lo aprovechará de otro modo, porque pasa muy bien el balón», explicaba Ponsarnau.
Iarochevitch, Jordi Grimau y Díez serán los otros referentes perimetrales, con el sempiterno Doblas como jefe de la pintura. «David es calidad, sobre todo de espaldas a canasta», con Huskic, Hanley y Olaizola rodeándolo.
De cara a la campaña, Ponsarnau reconocía que «veo la Liga partida, pero espero que seamos ese equipo que se convierta en revelación. Todo lo que hagamos será para hacer la mejor temporada. Nuestro compromiso es con la afición, que es lo que le da sentido al proyecto».
La marcha de Salgado, Raul Neto y Robinson ha dejado a Gipuzkoa Basket casi sin referentes. El «casi» es David Doblas, que se erigirá no solo en el líder de la pintura donostiarra, sino en su alma.

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