A Osasuna no se le acaban los problemas. Si el martes la gestora reconocía las dificultades de tesorería, ahora estas se habrán agravado más todavía al ser embargados vía judicial de una cuenta del club 48.000 euros por la deuda que mantenía la entidad rojilla con la Peña Sport debido a su convenio de colaboración. 37.000 irán a las arcas del club tafallés y los otros 11.000 son en concepto de costas judiciales.

Se da la paradoja de que, al parecer, la actual gestora ya había negociado con la junta directiva de la Peña Sport, encabezada por su presidente, Juan Antonio Cabrero, antiguo secretario general de UGT en Nafarroa, una fórmula para saldar dicha deuda mediante la entrega de una parte del dinero en metálico, junto a entradas para los partidos de Osasuna a coste cero y que posteriormente se pudiesen vender por parte de la Peña Sport. Tal y como aseguró un miembro de la junta directiva al portal Navarrasport, «solo faltaba la firma del acuerdo».

Sin embargo, Cabrero, en declaraciones a la cadena SER en Nafarroa, justificó la medida de denunciar al club rojillo por la falta de avance en las negociaciones en las que, acusó, no habían participado ninguno de los miembros de la gestora y sí el responsable de Tajonar, Luis Virto. Osasuna juega habitualmente en verano un amistoso en el campo de San Francisco y este año lo hizo contra el Eibar, un encuentro que el presidente de la Peña Sport lo encuadró dentro del convenio.

Sin intensidad

Ya en el aspecto puramente deportivo, la buena noticia es que Jan Urban podrá contar con los internacionales iraníes y Mikel Merino, al regresar los tres de sus respectivas concentraciones en buenas condiciones físicas. Faltan por reincorporarse a los entrenamientos -lo harán hoy- el congoleño Cedrick, el argelino Cadamuro y el camerunés Raoul Loé, todos ellos titulares en el último encuentro que pudieron disputar frente al Racing.

Todo le vendrá bien al técnico polaco para que su equipo regrese a la senda de los buenos resultados después de tres derrotas consecutivas que no hacen sino confirmar que la presente temporada no va a ser un camino de rosas. «No estamos compitiendo a la altura de lo que exige la categoría y no tenemos la intensidad necesaria. Nuestro punto de partida es que estamos a un punto del descenso y hay que afrontar las cosas desde esa realidad», se mostró, autocrítico, Miguel Flaño.

La situación podría enderezarse de conseguir un triunfo frente al Tenerife, cuyo delantero titular, Aridane Santana, que sonó como futurible rojillo hace más de un año, se quedó fuera de la convocatoria por lesión. El cuadro isleño tampoco es un mar de aceite, dado que su preparador, Álvaro Cervera, está siendo muy cuestionado, como él mismo reconoció.