Colgados del acierto de Barreiro
El delantero gallego dejó a sus paisanos con un palmo de narices cuando, a falta de diez minutos para el final, se sacó un acrobático remate a centro desde la izquierda de Toti que sirve para que la escuadra babazorra se reencuentre con el triunfo tres jornadas después.

ALAVÉS 1
LUGO 0
Manu Barreiro está en vena y el Alavés se está aprovechando de ello. Anotó el gol decisivo que dio el pase copero en Anduva y ayer, con solo tres minutos sobre el terreno de juego, volvió a aportar mucho rendimiento a la escuadra babazorra, que se hizo con tres puntos muy valiosos que dan tranquilidad. Los de Alberto López se trabajaron la victoria en un enfrentamiento denso, por momentos trabado y frente a un rival peligroso.
La participación entre semana de ambas escuadras en Copa obligó a sus dos entrenadores a oxigenar el once, con rotaciones varias. Así, por parte del Alavés, Alberto López optó por innovar con Manu García en el enganche, en lugar de colocar a otros hombres que ya habían jugado en dicho puesto, caso de Juli, impulsada también dicha novedad por la ausencia del lesionado Tejera, amén de elegir en esta ocasión para la punta a Ion Vélez, siguiendo con la idea de renovar en cada partido al ariete.
También Quique Setién se apuntó a los cambios. Debió gustarle el trabajo que realizaron en portería Dani Mallo -no tuvo suerte el meta gallego, que se lesionó en la mano derecha a la media hora de partido y tuvo que ser reemplazado- y en el central el bilbotarra Jon García, porque ambos saltaron de inicio por primera vez en Liga, donde habían estado inéditos.
Los locales, además, salieron con las ganas propias de reencontrarse con la victoria después de no conseguirlo frente a Llagostera y Mallorca, y de ese ímpetu surgieron las dos mejores oportunidades de la primera parte. La primera en las botas de Ion Vélez, muy atento a la salida del balón rival, para robárselo a Borja Gómez, driblar la salida de Dani Mallo y disparar a puerta vacía, aunque con la oposición del central, lo que le impidió concretar el lanzamiento, que se marchó fuera por poco. La segunda, apenas, cuatro minutos más tarde, en una diagonal de Unai Medina que culminó con tiro con la zurda que salió pegado al poste lucense.
Sin embargo, de ese inicio esperanzador se pasó a un envite con muchas precauciones y poca concreción en ataque. El Lugo fue creciendo, más seguro atrás y con mayor presencia en ataque, mientras el Alavés caía en una fase bastante más sosa, de mucho centrocampismo, pases horizontales y poca llegada. Una dinámica que se acentuó conforme llegó el momento de retirarse a los vestuarios, periodo en el que los visitantes llegaron con más peligro, a través de una falta directa de David López (m. 28) y los buenos movimientos de Luis Fernández.
Estreno de Beobide
Tan atascado como en la primera, el encuentro en el inicio de la segunda mitad llegó a la categoría de trabado, con numerosas faltas y un reguero de tarjetas amarillas, que deslucieron todavía más la escasa dosis de espectáculo que se estaba ofreciendo desde el césped de Mendizorrotza. En todo caso, lo que no se puede negar es que fueron los anfitriones quienes más ganas le pusieron en busca de los tres puntos en juego.
Ion Vélez, muy activo, volvió a tenerlo de nuevo casi a puerta vacía, pero su puntería ayer no fue la que le hubiese gustado al tafallés. Cumplido el primer cuarto de hora, y vista la deriva del partido, Alberto López comenzó a mover el banquillo de manera valiente, con cambios que buscaban hacerse con la victoria. Y los movimientos le salieron bien al técnico albiazul.
Porque Beobide, que se estrenaba en el torneo liguero después de superar sus prolongados problemas físicos, fue quien robó la pelota de la jugada clave del envite y Manu Barreiro el que la transformó en gol, confirmando que se encuentra en un momento dulce tras marcar también entre semana en la Copa. El acrobático tanto local, que llegó de un centro de Toti, sucedió quizás en el momento más delicado, pues el Lugo había comenzado a estirar líneas. Y todavía lo hizo más, para meter miedo en el último tramo, con disparo al larguero incluido, pero los puntos se quedaron en el estadio gasteiztarra.
Alberto López reconoció que el triunfo supo «a felicidad», frente a un rival al que elogió, asegurando que «ha mejorado, hace muy buen fútbol y tiene muy instaurada la idea de su entrenador». Respecto a los suyos, el guipuzcoano señaló que, con la variante de colocar a Manu García en el enganche, «buscábamos robar arriba» y se refirió a la vuelta de Beobide, «al que le vendrá bien ir entrando, pero hay que ver cómo está tras estos intensos minutos».
Ion Vélez dio el susto en el último minuto de partido
Ion Vélez dio el susto cuando el partido estaba a punto de cumplir su tiempo reglamentario. El delantero tafallés se giró bruscamente en una jugada en el medio campo para controlar un balón y su rodilla derecha se resintió. Continuó en el encuentro y habrá que ver su evolución.

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