El Aviron continúa manteniendo la rutina
LA ROCHELLE 25
AVIRON 13
Da igual la competición que juegue el Aviron, la cuestión es que fuera de su campo está lejos del nivel que ofrece cuando juega delante de sus seguidores y ayer fue más de los mismo, ya que los blanquiazules perdieron su enésimo partido fuera de su estadio y es lo que está pasando temporada tras temporada, aunque vayan cambiando los jugadores.
Está claro que algo no funciona en el Aviron cuando va de visitante y es una cosa que tienen que solucionar. El cuerpo técnico sigue intentando buscar la tecla que arregle todo esto, pero está claro que de momento no lo han encontrado.
La European Challenge no es tan importante como la Liga, pero una victoria ayer hubiera venido muy bien, sobre todo para la autoestima de los blanquiazules, que ven que cada partido que juegan lejos de sus afición acaba en un derrota.
Y la derrota de ayer se fraguó sobre todo en la primera parte, donde el Aviron estuvo muy flojo. No es que el cuadro local hiciese un gran choque, pero fue mejor que los vascos y supieron aprovechar sus opciones para llegar al descanso con 15-3, que les ponía el partido en unas condiciones favorables.
En la segunda parte cambiaron muy pocas cosas. El cuadro local no mejoró su juego, el Aviron hizo algo mejor, por lo que cada equipo sumó diez puntos, dejando el partido con la misma diferencia que con el que llegaron al descanso.
Los blanquiazules saltaron al terreno de juego con la intención de mejorar lo que hicieron en el primer acto, algo que no resultaba demasiado difícil y lo lograron, aunque la diferencia no fue excesiva.
La Rochelle siguió con su juego, presionando los delanteros y tuvieron premio, ya que fueron capaces de aguantar las embestidas de los vascos y sentenciar jugando a la contra. Ahora los dos equipos se encuentran igualados a puntos, con una victoria y una derrota, algo que les complica mucho el pase para disputar los octavos de final.
Cambios
Donde hay que hacer un cambio es en esta competición, que interesa muy poco tanto a los clubes que lo disputan como a los aficionados y una buena muestra de ello es lo que se pudo ver ayer en La Rochelle, que en más de una fase se parecía más a un partido amistoso que a una competición europea. Está claro que la ERC tiene que hacer algo si quiere fomentar esta competición.
La semana que viene vuelva la Liga y es donde tiene que poner todas sus fuerzas el cuadro labortano. El Aviron recibirá el próximo sábado al líder Clermont en el Jean Dauguer, un partido muy complicado, pero los de Baionan necesitan lograr esos cuatro puntos si no quieren verse envueltos en la zona peligorosa de la tabla donde hay muchos equipos con pocos puntos de diferencia.

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