Triste final de la era Arrasate
El Málaga marcó en su primera ocasión ante un equipo blanquiazul sin capacidad de reacción e incapaz de crear oportunidades de gol.

REAL SOCIEDAD 0
MÁLAGA 1
La Real agravó su crisis al perder contra el Málaga en el partido que se había marcado como tope el club blanquiazul para reaccionar con Jagoba Arrasate en el banquillo. El de Berriatua dejará hoy de ser entrenador de la Real y el equipo deberá reaccionar como no ha podido hacerlo en los últimos encuentros.
La de ayer era la última oportunidad marcada por el Consejo para reaccionar sin cambiar de entrenador y ni Arrasate ni los jugadores que le han apoyado hicieron buena esa confianza. El partido fue un calco de los últimos, con un equipo impotente e incapaz de crear oportunidades de gol y al que la buena predisposición defensiva no le bastó para evitar encajar un gol en la primera ocasión en la que el Málaga llegó con peligro a la portería de Zubikarai.
El gol llegó en una falta a favor mal sacada, con una pérdida de Zurutuza en la que el equipo mostró la falta de reacción que le ha caracterizado en las últimas jornadas. Salieron cinco jugadores del Málaga como balas y apenas dos realistas les defendieron sin que Yuri llegara a cortar la internada de Amrabat, cuyo centro perfecto tampoco pudieron interceptar Zubikarai y Zaldua y remató Juanmi.
Ahí terminó el partido y la era Arrasate porque el equipo se terminó de derrumbar sin reaccionar ante el duro golpe y porque la afición, que estuvo a la altura de las circunstancias y apoyó a su equipo hasta ese momento, no soportaría de ninguna manera que el Consejo no cambie de entrenador.
Arrasate no le podrá reprochar nada a la afición y tampoco a su presidente Jokin Aperribay, que le dio la oportunidad de entrenar al primer equipo blanquiazul, lo renovó por dos años en un momento complicado y lo ha aguantado hasta donde ha podido, porque la de ayer fue la gota que colmó el vaso de la paciencia porque la Real no fue capaz de crear una sola ocasión en jugada y no reacciona.
Con intensidad, sin ocasiones
La Real salió con más intensidad que en anteriores encuentros ante un Málaga que demostró estar en un buen momento y ser ahora un equipo mejor que el blanquiazul. Arrasate apostó por Pablo Hervías en la banda derecha para paliar el déficit defensivo de Carlos Vela para defender a Antunes. Sin el mexicano y sin la referencia que ofrece Xabi Prieto en la banda derecha, el equipo blanquiazul perdió su fuente principal de juego ofensivo porque el riojano no pudo desbordar por velocidad a la zaga malacitana de la misma manera que Carlos Vela no pudo con los centrales en el juego directo al que recurrió la Real.
A falta de juego, el equipo blanquiazul tuvo actitud y predisposición defensiva, pero no encontró su fútbol en ataque. En todo el partido solo se puede contabilizar un cabezazo de David Zurutuza al exterior del larguero tras un saque de esquina de Sergio Canales.
El Málaga no inquietó en ningún momento a Zubikarai en el primer tiempo, pero para los de Javi Gracia era suficiente con aguantar y esperar la oportunidad que sabía que le iba a llegar porque la Real es incapaz de dejar un partido de Liga sin encajar gol. Es la primera vez desde la temporada 31-32 que encadena diez partidos sin dejar su portería a cero nunca.
El problema, sin embargo, ayer no fue defensivo porque no atacó. La presencia de Pardo en el centro del campo tampoco ofreció soluciones en la faceta creativa. Hasta el partido contra el Valencia el equipo jugaba bien en casa, tenía fluidez, creaba ocasiones y no obtenía los puntos que merecía.
En los dos partidos anteriores, aunque sin fútbol, fue capaz de adelantarse en el marcador y llegar por delante hasta los últimos minutos, pero ayer no fue capaz ni de jugar bien, ni de adelantarse en el marcador, ni de inquietar al Málaga, que además era uno de los peores rivales que se podía encontrar el equipo blanquiazul, porque tras ganar sus últimos cuatro partidos tiene toda la confianza que le falta a la Real.
Segundo tiempo extraño
Si el primer tiempo ya fue malo, sin ocasiones, el encuentro se enredó en el comienzo del segundo, en el que Jaime Latre no señaló penalti en una entrada de Joseba Zaldua a Castillejo, ni sancionó un codazo de Markel a Weligton sin balón, que el central malagueño devolvió a Vela. Además se lesionaron Sergio Sánchez y Antunes y con tantas interrupciones y el partido tuvo tras el descanso todavía menos ritmo que en el primer tiempo.
Sin más defensas que el lateral Miguel Torres en el banquillo, Gracia se vio obligado a colocar a Duda en el lateral, lo que aprovechó Arrasate para situar en su banda a Carlos Vela al dar entrada a Imanol Agirretxe, pero en lugar de aprovechar la oportunidad que se le presentaba el equipo se vino abajo. No solo el mexicano no aportó nada, como no lo ha hecho hasta ahora, todo el equipo desapareció y el único que lo intentó, con más voluntad que acierto fue Pablo Hervías. Pero tampoco se puede esperar que sea un jugador del Sanse el que solucione la crítica situación actual.
Entonces llegó la jugada que decidió el partido y el hundimiento definitivo del equipo. Por eso Arrasate dirigió ayer su último partido como entrenador de la Real y el nuevo tendrá tres semanas, con un partido contra el Atlético de Madrid complicado para debutar, para conocer al equipo y reaccionar.
Muchos han reducido todo a la figura del entrenador, pero al final los que pierden y ganan los partidos son los jugadores y son ellos los que deberán reaccionar y recuperar la confianza y el juego. Nada les ha acompañado en los primeros meses. No han tenido suerte cuando han merecido ganar, tampoco con las lesiones y la aportación de jugadores importante y ni tan siquiera los arbitrajes han ayudado lo más mínimo. También ayer hubo una opción clara de Vela que cortó el árbitro por una falta inexistente.
Cuando un equipo está en una dinámica negativa nada acompaña, pero de poco vale ahora buscar excusas. Ahora toca encontrar soluciones y esperar que el cambio de entrenador dé al equipo unos efectos positivos y los jugadores ofrezcan un mayor nivel y, sobre todo, reaccionen como no lo han hecho hasta ahora.
Arrasate: «No sé si este ha sido mi último partido, podría ser, pero ahora no estoy para pensar en ello»
Jagoba Arrasate compareció en sala de prensa consciente de la situación. «Hemos perdido otra oportunidad para sumar tres puntos. No hemos hecho un buen partido. Estamos tocados, el vestuario está hundido y la situación clasificatoria empeora».
El entrenador de la Real contó que el presidente Jokin Aperribay había bajado al vestuario y «nos ha animado como siempre, ya habrá tiempo de hablar de otras cosas. Mañana -por hoy- ya reflexionaremos. Sabemos qué suele pasar cuando los resultados no son buenos. No sé si este ha sido mi último partido, podría ser, ahora no estoy para pensar en ello», señaló.
No vio a un rival superior. «El Málaga tampoco ha sido tan alegre como otros días. Cuando mejor estábamos, en una jugada evitable otra vez, nos han hecho gol. Los últimos partidos no han sido buenos. No sé si es la presión, la falta de confianza, nos falta alegría dentro del campo», comentó.
Tratando de explicar la situación en la que se ha metido el equipo donostiarra concluyó que «no creo que haya un solo factor de por qué estamos así, nos falta confianza, fluidez, cometemos errores defensivos. Cuando estás en una inercia negativa todo te sucede en contra».
Javi Gracia tenía otras sensaciones tras el triunfo ante su exequipo: «Me alegra ganar este partido sabiendo la dificultad que tenía. No ha sido un partido excesivamente brillante, nos ha exigido mucho, hemos tenido dos lesionados y hemos peleado hasta el último minuto para defender este resultado».
El entrenador navarro del Málaga fue a lo suyo: «Sabíamos que el partido se iba a poner de ida y vuelta y nos hemos aprovechado de ello, y hemos perdido la posibilidad de hacer el segundo. No hemos sufrido mucho en la primera parte, solo el remate de Zuru. Sabíamos que madurando el partido podíamos tener alguna contra, como le pasó con el Getafe en los últimos minutos, buscando la victoria ha encajado algunas derrotas».
Admitió además que «la Real está con dificultades, todo el mundo espera mucho más porque lo ha demostrado, pero está en una dinámica de desconfianza», concluyó Gracia.
Imanol INTZIARTE

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