Aloe vera
El Sevilla se ha convertido en el aloe vera del Athletic en la última década. Todo empezó con aquella inolvidable semifinal copera en la que el carcelario Del Nido se empachó de estofado, por decirlo de alguna manera, y el Athletic volvió a una final de Copa una eternidad después. Desde entonces sus caminos se han cruzado en varias ocasiones, y los rojiblancos han salido vencedores en casi todas ellas: En la ribera del Nervión se presentaron en sociedad Bielsa y los suyos con una victoria deslumbrante, en la que se empezó a dibujar lo que sería el equipo aquel primer año del técnico argentino.
Sin ir tan lejos, la temporada pasada un enrachado conjunto hispalense compareció en San Mamés con la idea de disputarles el cuarto puesto a los de Valverde, con escaso éxito, y ayer se le pararon los pies a la tropa de Emery que, de haber ganado, hubiera alcanzado el liderato en solitario, por delante de Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid, ni más ni menos.
Una victoria de peso, por tanto, que confirma una racha de resultados aún precaria, un `mini job' de dos triunfos consecutivos que sirven para alejar los fantasmas resacosos de Halloween y relajar la presión clasificatoria en vísperas de un choque trascendente en Liga de Campeones. El juego sigue aún lejos de los estándares de calidad de este grupo, pero empiezan a encajar piezas nuevas, algunas de forma perdurable, Etxeita y Guillermo, y otras veremos si de forma coyuntural o no, Aketxe, por poner un ejemplo.
Cuantos más jugadores tenga el Athletic 2014-2015 mayores serán las posibilidades de revertir una situación que en dos semanas ha pasado de melodramática a simplemente incómoda. Para volver a situar la brújula en la dirección correcta, aún quedan muchos malos pases que dar y falta mucho hilo y aguja para coser los jirones de un inicio desconcertante.

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