Natxo MATXIN
Visita a La Rosaleda

Se trata de mantener el hambre

El conjunto armero tendrá que hacer frente a un rival en racha que acumula cuatro triunfos consecutivos y al que nunca ha ganado.

MÁLAGA - EIBAR

Ubicado en la zona templada de la tabla, al Eibar lo peor que le podría pasar es que se creyese con bula para poder tropezar en La Rosaleda después de haber sumado un triple en Vallecas. Lo apretado de la clasificación -su novena posición solo dista cinco puntos de los puestos de la quema- obliga a seguir mordiendo, esté quien esté enfrente, sea un rival que lleva encadenadas cuatro victorias seguidas o el mísmisimo líder visitando Ipurua dentro de quince días.

Será una de las claves para que la escuadra armera salga airosa de tierras malagueñas, solo mostrando esa hambre que se ha visto en su estreno en la máxima categoría tendrá opciones de cortocircuitar la reciente racha triunfal de los entrenados por Javi Gracia. Si el conjunto guipuzcoano, antes del parón liguero, no consigue mantener la misma tensión que mostró frente el Rayo, será presa fácil de un adversario que resulta determinante por la potencia y velocidad de sus hombres de ataque.

Por esa razón, el Eibar deberá estar muy concentrado en defensa, sin dejar el más mínimo resquicio a la imaginación de hombres como Amrabat o Castillejo o, de lo contrario, lo pasará mal. Si los azulgranas son eficaces en su retaguardia, tendrán margen para aprovechar alguna de las armas con las que ya han herido a anteriores enemigos, caso del juego aéreo o a balón parado, con el que sorprender a un Málaga que se encuentra en un momento dulce.

Lo cierto es que, si nos atenemos a los fríos datos estadísticos, La Rosaleda no es precisamente un desplazamiento que se le haya dado especialmente bien al cuadro armero. Al contrario, nunca ha conseguido puntuar en dicho feudo, cayendo tanto cuando ambas escuadras coincidieron en la categoría de plata como en Copa, su última visita en enero de 2013, en la que perdieron por 4-1.

Contractura de Ekiza

En todo caso, siempre tiene que haber una primera oportunidad y, aunque al equipo boquerón todo le sale de cara en estos momentos, no es menos cierto que el Eibar también se encuentra en el inicio de una curva ascendente en su juego que desea prolongar antes de la visita del temido Real Madrid. Lo más lógico es que Gaizka Garitano, poco dado a cambios traumáticos, siga confiando en prácticamente el once que obtuvo un triple en Vallecas, con las únicas salvedades de la baja de última hora, por una contractura muscular, de Borja Ekiza, y de la ya conocida de Federico Piovaccari. Raúl Navas y Manu del Moral serían los hombres llamados a sustituirles en el equipo inicial.

El Eibar, que es el mejor debutante en Primera en los últimos veinte años tras disputarse las diez primeras jornadas, tratará de sacar partido de las numerosas bajas que su adversario tiene en la línea defensiva, hasta tres titulares habituales, como lo han sido sus dos laterales Rosales y Antunes, además del central Sergio Sánchez. Los armeros deberán mejorar sus números defensivos, ya que han recibido nueve goles en las últimas cuatro jornadas disputadas.

«Quiero que se afronte el partido como si solo tuviésemos cuatro o cinco puntos»

Sin el más mínimo síntoma de relajación. Es como quiere Gaizka Garitano que se afronte el complicado encuentro que le espera a los suyos en La Rosaleda. Así, reclamó a los jugadores armeros que tengan «hambre» y afronten el compromiso como si el equipo «solo tuviera cuatro o cinco puntos».

A su entender, es en esta coyuntura cuando realmente se ve la pasta de la que está hecha una plantilla, rindiendo a buen nivel sin agobios clasificatorios. «Quiero disfrutar del equipo de Vallecas, los buenos conjuntos aparecen en estas circunstancias. Me gustaría verles con la confianza que tienen, pero también con necesidad, porque se trata de una oportunidad muy buena», resaltó.

En este sentido, esgrimió que «habrá que hacer un trabajo defensivo casi perfecto» para traerse algún premio de tierras malagueñas, aunque «si nosotros hacemos las cosas bien, creo a muerte en mi equipo, somos capaces de hacerles daño», en referencia a la constante de que el Eibar ha dispuesto de ocasiones de gol cada vez que se ha desplazado esta campaña.

Garitano destacó del Málaga que «son muy peligrosos si se les dejan huecos. Además, cuentan con mucha seguridad defensiva, lo que les hace encajar pocos goles. Hacen muy bien la transición defensa-ataque y es muy difícil sorprenderles al contraataque. Es un equipo muy equilibrado».

Por su parte, el entrenador local, Javi Gracia, puso de relieve que el Eibar «es un equipo con altura, buenos lanzadores y buen trabajo a balón parado, tanto de corner, falta o en el saque de banda. Tiene variantes que nos van a obligar a estar muy atentos y bien organizados». N.M.