Arnaitz GORRITI
Primera victoria de la temporada

Un suspiro de alivio que al fin llega

Los de Jaume Ponsarnau batieron al Andorra en un duelo espeso roto en el tercer cuarto. Con todo, del 44-29 se pasó al 65-64 en la recta final del duelo.

GIPUZKOA BASKET 67

ANDORRA 64

Una de las penitencias que este nuevo Gipuzkoa Basket ha de pagar es su aridez ofensiva. Salvo contadas rachas, el acierto no suele asomar por el conjunto donostiarra, que por ende ha de trabajarse cada canasta como si fuera un gol. No obstante, al fin logró estrenarse, no sin sufrir ni sin desperdiciar 15 puntos de renta, pero se estrenó, con Hanley y Grimau lúcidos cuando más calentaba el sol. Bueno, que Andorra errase siete tiros libres también ayudó, aunque el triple final de Green -y el que no metió David Navarro desde medio campo- le dio un innecesario dramatismo al epílogo.

En esta sexta jornada de la Liga ACB, los de Jaume Ponsarnau se enfrentaban en Illunbe a un rival de «su» liga, después de las visitas de Real Madrid y Barcelona. El Andorra, que llegaba al Donostia 2016 Arena habiendo asegurado dos triunfos en su feudo. Un duelo entre equipos que están necesitados, o lo estarán. Y a fe que se notó la carestía de las canastas, el bajón de nivel de la competición, la crisis económica y hasta cierto vacío existencial en el juego ofensivo. Si Gipuzkoa Basket llegó a 34 puntos al descanso no fue sino porque lo salvaron del fangal absoluto un par de contragolpes y un triple final de Jared Jordan. En los 20 primeros minutos, Gipuzkoa Basket conseguía trabar el juego del partido hasta impedir a los de Joan Peñarroya moverse con comodidad, por mucho que hicieran daño con el rebote ofensivo.

El primer cuarto, sin llegar a tales niveles de desesperación, recordó al partido frente al Barça, ya que una absoluta falta de fluidez ofensiva impedía canastas de nadie; ni fáciles, ni difíciles. Al final, el 13-15 hacía justicia porque Andorra, a pesar del absoluto apagón que padeciera Betinho Gomes -bien defendido por Grimau-, tiraba de recursos, fondo de banquillo, segundas oportunidades... mientras que en GBC solo Doblas y Grimau eran capaces de sumar más de una canasta.

Fluidez por la defensa

Pero si hay algo que se le tiene que reconocer al conjunto de Ponsarnau, ese es su carácter sufridor. El marcador dejó de ser de iniciativa perpetua para los visitantes, ya que el trabajo defensivo guipuzcoano cerraba sus vías de anotación. Eso, y que Andorra erraba sus tiros libres.

Y como a ninguno de los dos conjuntos le sobran puntos, esos errores andorranos fueron agua de mayo para los locales. Un robo convertido por Jared Jordan y un triple posterior de Grimau daban hasta dos canastas de renta, 27-23, para los de Ponsarnau, que estirarían dolorosamente su ventaja hasta los tres encestes y medio, 34-27, al filo del receso. Por una vez, luchando contra su sino, Gipuzkoa Basket resolvía un muy buen segundo cuarto, anotando a partir de una fortaleza defensiva y mental indudables. Para que la fiesta fuera completa, Iarochevitch, ausente desde la primera jornada, tuvo sus primeros minutos en Illunbe.

Tocaba poner la directa y empezar a olvidarse del cero en el casillero de triunfos. Hanley y Taquan Dean se encargaron de liderar un parcial de 10-2, uno de esos parciales que hasta la fecha GBC solo podía realizar para buscar remontadas imposibles, pero que ayer abrían la diferencia entre «veteranos» en la ACB y «novatos» hasta los 15 puntos: 44-29, y los incondicionales de Illunbe se frotaban los ojos.

Pero que sufrir, sobre todo cuando Andorra endosaba un parcial de 2-13 y se arrimaba 54-50. Hanley y Grimau lideraron un nuevo estirón hasta el 62-55, pero Andorra de pronto se vio con opciones a golpe de triple. Con 63-61, Ivanov erró un tiro libre y Doblas sentenció desde la «distancia de la caridad». Illunbe suspiró de alivio.

18 asistencias

En el contexto de un partido tan trabado, uno de los mejores apartados estadísticos estuvo en las 18 asistencias que repartieron los jugadores donostiarras. Gracias a ello, los guipuzcoanos lograron dominar el marcador a partir del segundo cuarto.

Ponsarnau: «Si seguimos trabajando, esta victoria será un paso adelante»

Jaume Ponsarnau reconocía que su equipo entraba en el partido «con las ansiedades que tanto nos están afectando... pero muy bien atrás». «La ansiedad se ha vuelto a notar al final. Hemos llegado justos y poco clarividentes, aunque al final el partido fue nuestro».

Eso sí, «queríamos que el ritmo fuese más positivo para nosotros, y los hemos controlado bien», matizaba.

«Creo que si seguimos trabajando esta victoria supondrá un paso adelante. Nos hace falta encontrar la fluidez que teníamos en la pretemporada».

Peñarroya, por su parte, felicitaba a GBC porque «ha logrado que nosotros hiciéramos el peor partido de la temporada, la pretemporada y hasta los entrenamientos». A. G.