Ni siquiera el estreno en Primera, aun tratándose de un derbi, concitó tanta atención como la llegada del Real Madrid. La visita que realizará el conjunto merengue a Ipurua el próximo sábado (18.00) se traducirá en el primer lleno de la temporada en el estadio eibarrés.

Visto el interés suscitado, la respuesta de los socios, que también han tenido que pasar por caja, y las colas que se formaron ayer en las taquillas, parece claro que se podía haber llenado otro, tal es el arrastre de las estrellas de Florentino. Pero las posibilidades son las que son, con las 5.907 localidades de aforo actual del estadio.

Lo cierto es que este primer lleno no está exento de polémica. Después de que los abonados retirasen sus 4.621 entradas -previo pago de treinta euros- y excluyendo las 308 enviadas al Real Madrid y las 70 que no salen a la venta por motivos de seguridad, aún restaban 908 localidades. Pero el club ha dedicado un número considerablemente mayor a sus compromisos (539) que al público en general (369), lo que generó cierto enfado entre los cientos de personas que hicieron cola junto a Ipurua desde primeras horas de la mañana. El proceso, además, se prolongó más de lo esperado. Un error informático, según informó el club, provocó que la taquilla se abriese con cuarenta minutos de retraso.

A los 369 afortunados que consiguieron su localidad se les pasó el enfado de inmediato y ya se preparan para un duelo que supondrá la segunda visita del Real Madrid, tras la eliminatoria copera que enfrentó al Eibar con los madrileños hace ya once años. También entonces se colgó el «no hay billetes», una circunstancia que se ha repetido en muy pocas ocasiones, aunque las últimas son muy recientes: las dos últimas jornadas de la temporada pasada, ante Alavés y Lugo, en las que el Eibar logró el ascenso y el campeonato de Segunda, respectivamente.

Contrariamente a lo que cabía prever, la expectación no ha sido tan alta ya en Primera. En los cinco encuentros disputados hasta ahora en Ipurua, la media de asistencia ha sido de 4.605 espectadores. La más baja de Primera, sí, pero muy importante en números relativos: supone el 17% de la población.

La mejor entrada se registró en la primera jornada de Liga, en el derbi entre Eibar y Real. 5.173 aficionados se dieron cita en el estadio eibarrés. La entrada más pobre, curiosamente, se dio ante un rival de campanillas, el Villarreal, con 4.231 espectadores, aunque posiblemente su disputa en miércoles tuvo mucho que ver.