BETIS-ALAVÉS

Firmar una victoria ante todo un exPrimera sería un bonito espaldarazo a la reciente trayectoria de imbatibilidad que lleva acumulada el Alavés, lo que ha puesto de manifiesto su gran regularidad, pero no le ha reportado todos los puntos de los que se ha hecho merecedor. Un triunfo en un estadio de campanillas, como es el Benito Villamarín, sin duda, reforzaría la moral de la plantilla.

Y le haría creer en que en el vestuario babazorro hay más mimbres que para luchar únicamente por la permanencia. Como ya viene siendo tónica de anteriores jornadas, el Glorioso se encuentra ubicado en una posición en la que un buen o mal resultado le pueden impulsar a los puestos cabeceros o meterle en serios problemas.

La empresa no es, en todo caso, nada sencilla, pues el cuadro arabarra se va a encontrar enfrente a un Betis con la imperiosa necesidad de ganar para no perder comba con los lugares que dan derecho al ascenso y un técnico, Julio Velázquez, cuestionado por la parroquia verdiblanca. Los sevillanos, además, se han mostrado bastante sólidos en propio terreno, donde solo han cedido una derrota -ante el ahora colista Albacete- y un empate, contra Las Palmas.

No es extraño, pues, que el mensaje entre semana haya sido el de apostar por una defensa a conciencia, sin fisuras, como el mejor cimiento para construir el edificio de los tres puntos. El problema para el técnico albiazul, Alberto López, es que una de las columnas en ese apartado, el incuestionable Laguardia, se ha tenido que quedar en Gasteiz para seguir recuperándose de la conmoción cerebral que se produjo en Ibaia.

Si su sustituto, Einar, ofrece el mismo rendimiento que ha aportado cuando el preparador guipuzcoano le ha dado minutos hasta ahora, no habría por qué preocuparse respecto a la ausencia de Laguardia, ya que el aspecto de contención no va a sufrir merma alguna. Bien es verdad que el potencial ofensivo que se les presupone a los anfitriones va a ser una buena prueba de fuego para el central canterano.

Raúl García, interior

Por segunda jornada consecutiva, todo apunta a que Alberto López seguirá apostando por un Raúl García en funciones de carrilero, lo que le haría ganar consistencia a una línea medular en la que el míster guipuzcoano no tiene suficientes piezas para alinear un trivote, algo por lo que también se había inclinado en los últimos encuentros, ante las ausencias por lesión de los Garcías, Manu y Rafa.

El Betis, por su parte, necesita una victoria con la que amortiguar el enfado que sus incondicionales tienen con la trayectoria y juego del equipo. Tras un empate que supo a derrota en La Romareda -los andaluces se pusieron hasta en dos ocasiones por delante-, los de Velázquez quieren hacer bueno el punto conseguido en Zaragoza. La mayor novedad por parte local podría ser la presencia en el costado izquierdo de la zaga de su canterano Varela y que N`Diaye retrase su posición a central.