Juan Carlos ELORZA
División de Honor femenina

La pelea por el título es cosa de tres

Rocasa, Bera Bera y At. Guardés se han mostrado como los más fuertes en las diez jornadas antes del parón, y aspiran a ganar la Liga.

La División de Honor femenina para tras la 10ª jornada, como cada temporada, en este caso por la disputa del Campeonato Europeo de selecciones del 7 al 21 de diciembre en Croacia-Hungría. Aún quedan tres jornadas para que finalice la primera vuelta, y partidos importantes como ese Bera Bera-Rocasa con el que se reanudará la competición el 17 de enero en Bidebieta, pero lo visto ahora permite extraer algunas conclusiones, y también apuntar cual puede ser el rumbo a partir de enero.

La disputa del título parece cosa de tres: Rocasa, Bera Bera y At. Guardés. Alcobendas y Aula Cultural están muy cerca de las gallegas en la clasificación, pero por lo visto hasta ahora se encuentran un peldaño por debajo de las primeras, aunque junto a Zuazo y Elche (e incluso Porriño y Valencia) pueden jugar un papel decisivo en la disputa del título si suman puntos en sus partidos contra los aspirantes.

BERA BERA Y SU ATAQUE. Bera Bera acaba este primer tramo liguero con dudas. Su defensa funciona al límite de eficacia, pero se le ve algo corto de recursos en ataque, sobre todo ante los rivales más fuertes. Su primera línea se encuentra en los números de efectividad de la pasada Liga, pero en la segunda las prestaciones han disminuído. La productividad desde el extremo derecho es menor, algo lógico si se tiene en cuenta que la única jugadora específica para ese puesto es la juvenil Maitane Etxeberria, que todavía se encuentra en período de formación y necesita seguir mejorando en la faceta del remate desde el extremo, aunque en otras labores, como la defensa, está rindiendo a muy buen nivel.

En esa posición en las últimas temporadas había jugadoras que garantizaban buenas finalizaciones en situaciones de superioridad (la húngara Berta, Libe Altuna y la brasileña Castro), y ahora mismo Bera Bera es menos peligroso en esa zona. También ha perdido efectividad en el pivote, donde Núñez pasa por una mala racha cara al gol en los últimos partidos, y Ederra apenas ha contado, aunque este problema podría solucionarse solo en cuanto la canaria recuperara eficacia en el remate.

En suma, que Aitor Etxaburu tiene deberes durante este mes y medio para resolver estas carencias. En las tres últimas temporadas el equipo ha cambiado un poco su estrategia ofensiva, asumiendo más riesgos en la primera Liga conquistada, al mando de Reyes Karrere, en la que el equipo corría prácticamente siempre al contraataque, y compensaba las pérdidas de balón que propiciaba este estilo con un ritmo de juego muy alto y más goles «fáciles», en situaciones de una contra nadie o pillando más desorganizada a la defensa rival. En la pasada Liga Imanol Alvarez introdujo algunas correcciones para tratar de disminuir la pérdida de balones, aumentando el control de la salida al contraataque, y se centró más en el ataque organizado con finalizaciones en los extremos como uno de los objetivos principales. Ahora, Etxaburu le ha dado una vuelta de tuerca a la defensa, y quizá quede por resolver cómo mejorar las opciones en el ataque organizado.

ROCASA, MÁS CENTRADO. Respecto a sus dos principales rivales, el Rocasa llega muy bien a estas alturas, al frente de la clasificación e imbatido, con el único susto del empate en Valencia, y cuatro victorias contundentes fuera de casa. A pesar de que sus anfitriones no eran de los más fuertes, el principal punto débil de las canarias en la pasada Liga fueron sus desplazamientos y, por lo visto hasta ahora, acuden mucho más mentalizadas a los de esta Liga, evitando los finales apretados.

Tendrá que confirmarlo en las salidas a las pistas más complicadas, pero la tendencia apunta en esa dirección, su poder ofensivo sigue siendo muy grande, y cuanto más fiable sea su comportamiento más decisiva será la aportación de Navarro en la portería, una jugadora en la recta final de su carrera que quiere volver a ser campeona de Liga.

AT. GUARDÉS, A POR TODAS. El club gallego dispone, ahora mismo, de la plantilla más completa. Hasta la llegada de las cuatro jugadoras angoleñas, entre Benzal, Doiro y Kurchankova, con la ayuda de la joven Espiñeira, y de Barrios (aunque se lesionó pronto), han sacado adelante la primera línea en el plano ofensivo, y eso que Inés Hernández tuvo que centrarse en el oscuro trabajo defensivo, cuando es una jugadora que puede aportar calidad y veteranía en ataque. Ahora con Guialo sus opciones se multiplican, porque es la mejor jugadora de la categoría lanzando desde nueve metros, y tiene calidad para fintar y pasar. Además tiene en la recámara a otra de las angoleñas, la joven y atlética lateral Ferreira, que de momento va entrando en el equipo desde la defensa.

En la segunda línea la llegada de la navarra Naiara Egozkue le ha proporcionado una jugadora físicamente muy fuerte, con dotes de liderazgo, y casi infalible desde los siete metros. La portuguesa Ana Cerqueira ayuda en ataque y mucho más en defensa, y tiene dos pivotes físicamente muy potentes, la angoleña Da Silva y Arima López. En el extremo derecho carecía de zurda, pero lo ha subsanado con la cuarta angoleña, Machado, que si se adapta rápido puede significar otro quebradero de cabeza para las defensas rivales. Por último, el At. Guardés cuenta con un pabellón entregado que es el único de la categoría donde el público presiona verdaderamente al rival y a los árbitros. Considerando que en la segunda vuelta pasarán por allí Rocasa y Bera Bera, hay que tener muy en cuenta al club gallego.

ZUAZO, EN BUENA LÍNEA. Por último, Zuazo vive sus mejores momentos en la máxima categoría. Las tres temporadas anteriores en la élite han vivido con el objetivo de la permanencia en mente prácticamente toda la Liga, pero esta vez se encuentran en la zona alta y, visto su rendimiento hasta ahora, y su margen de mejora, cabría la posibilidad de que pudiera pelear por la quinta plaza. Su portería está funcionando bien, con dos jóvenes como la catalana Ramírez y la juvenil Aalla, y una más experimentada Leire García. Con la llegada de Azaola han aumentado sus posibilidades de correr al contraataque, y con Oihane Gil y Alexandra Gil mucho más presentes en el juego -y muy certeras cara al gol-, ha reforzado su juego ofensivo, donde Elizegi (también valiosa su aportación en defensa) aún tiene recorrido para asumir un rol más importante. Yáñez, Ahedo y Bonilla, que llevaban el mayor peso la pasada temporada, pueden dosificar sus minutos, y de todo ello sale reforzado Zuazo, que puede jugar a un ritmo más alto durante todo el partido, mientras Ainhoa Hernández sigue siendo un peligro constante en el pivote. Si el equipo vizcaíno continúa mejorando en la faceta defensiva, puede convertirse en un rival muy difícil para los equipos punteros, y la mayoría tienen que pasar por Lasesarre a partir de enero.

CHAMPIONS FEMENINA. El fin de semana se jugaba la última jornada de la fase de grupos de la Champions. Seis equipos ya se habían asegurado su presencia en la Main Round, los cuatro máximos favoritos (Buducnost, Vardar, Györi y Larvik), además del Dinamo ruso y el Viborg danés. El Leipzig partía en una situación muy favorable y lo certificó ganando al Krim en Eslovenia (31-35), y la «sorpresa» fue el triunfo a domicilio del Metz sobre el Baia Mare (23-24), que le daba el último billete.