GBC - BILBAO BASKET

El regreso de Sito Alonso a Illunbe es el elemento de mayor morbo en las horas previas al partido entre Gipuzkoa Basket y Bilbao Basket. Después de tres temporadas en Donostia, de las cuales dos fueron un éxito rotundo, en principio el recibimiento del exentrenador debiera ser mediante una cerrada ovación. Sin embargo, la controvertida marcha del de Monzón al otro extremo de la A-8 quizá provoque algún silbido.

Pero la incógnita que más interesa despejar será ver si GBC continúa por la senda de asentar su juego, como se puede ver en sus últimos partidos, o si Bilbao Basket sigue afianzado en la parte alta de la clasificación, a pesar de las ausencias de Mumbrú y Bertans, y la duda hasta última hora de Axel Hervelle. Entre los locales, los problemas de espalda de Grimau constituyen su principal problema.

Hasta la fecha, de los siete derbis que se han disputado en Illunbe, cinco han caído al casillero de triunfos local, mientras que Bilbao Basket se ha impuesto en dos ocasiones, la última en la campaña 2011/12 por 76-77. «Lo más peligroso de Gipuzkoa Basket es que ya están todos y todos los jugadores han admitido su rol en el equipo», explicaba Sito Alonso, que añadía que «aunque a nivel individual mantengan como el 60% de la plantilla del año pasado, a nivel grupal las cosas han cambiado y no tiene nada que ver».

Por su parte, Jaume Ponsarnau recalcaba la esencia misma de la rivalidad vecinal. «Esto es un derbi, un elemento del que no quiero huir y no quiero que mis jugadores huyan. La gente del País Vasco antropológicamente ha luchado contra la naturaleza primero y el vecino de al lado después. Bilbao Basket es un club más poderoso, pero por eso mismo lucharemos con todas las fuerzas», declaraba.