Este equipo necesita un revulsivo
Osasuna está muerto. Entre semana mucho se había hablado de que el vestuario ya era consciente del camino a seguir, pero por lo que se vio ayer en Anduva, ha vuelto a perder el gps. Los rivales les pasan por encima, en lo físico y en lo táctico, no se genera fútbol ni ocasiones y lo de marcar ya es historia.
En tales circunstancias, lo suyo sería despedir a buena parte de los futbolistas que no se están ganando el sueldo -de los más elevados de la categoría- sobre el césped, pero como eso no se puede hacer, lo más probable es que ya se empiece a cuestionar la continuidad en el banquillo de Jan Urban, cuya llegada ilusionó al osasunismo, algo que ya queda muy atrás.
Este equipo necesita un revulsivo, alguien que traiga nuevas ideas, que motive a la plantilla y que le dé un nuevo giro a una situación que lleva camino de enquistarse.

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