Este Athletic se ha aficionado a caminar sobre el alambre. El de este miércoles vuelve a ser otro de esos `partidos del año', un punto más abajo que aquel, por ejemplo, de la vuelta ante el Nápoles, pero una más de esas bolas de partido con las que se ha encariñado el equipo en esta montaña rusa de temporada. Jugarse el todo o nada. Aquello que suele repetir Ernesto Valverde de que bajo presión los suyos siempre suelen responder. Pues debe reinar una querencia seudomasoquista en la caseta rojiblanca porque ante el BATE Borisov dirime en 90 minutos si sigue en Europa tras las Navidades, ante la Real el domingo si quiere seguir aspirando a la parte noble de la tabla y demuestra que está mejor que su vecino guipuzcoano, y ante el Alcoyano otro sí o sí pero en la Copa. ¿Querían un subidón de adrenalina los leones? Pues lo van a tener. ¡Vaya semanita! que dirían Terol, Agirregomezkorta y compañía.

Muy poco público ayer en Lezama y eso que era día festivo. A lo mejor el mal tiempo, a lo mejor la lamentable escenografía del equipo el sábado. Una sesión preparatoria a la carta, nunca mejor dicho, atendiendo a los varios jugadores tocados. A saber: Etxeita sigue su recuperación al margen del grupo; sorprendió que Beñat saliera más tarde a ejercitarse y además lo hiciera también en solitario, con una práctica individualizada; en tanto Aduriz, Laporte y Gurpegi trabajaron con el resto para luego hacerlo a parte e irse a la ducha antes de tiempo. Mención especial los quince minutos que Valverde le dedicó al final, con todos en el vestuario, a Muniain, una charla acompañada de gestos tácticos y seguida con atención por el escaso público.

Con Beñat, por lo visto, duda para mañana, y Aduriz parece que otro tanto, la buena noticia es que Guillermo se desempeñó como uno más y que Iñaki Williams completó su tercer entrenamiento con el primer equipo, con lo que hay opciones de que vaya convocado.

Entre tanta duda y la apretura del calendario, parece que a Ernesto Valverde le tocará de nuevo reorganizar su once, y tras el fiasco de la semana pasada y sobre todo ante el Córdoba, la opción ofensiva de De Marcos de media punta debería cobrar fuerza, lo mismo que Iraola y Susaeta en banda derecha si se quiera generar juego por banda, y otro tanto se podría decir de San José en el eje de la zaga, su principal baza en el juego aéreo y que puede resultar determinante. La incógnita residirá en la punta, pero recuperado Guillermo y si Aduriz se reserva para el derbi, el bilbaino debería ser la referencia en ataque.

«No faltó mentalización»

Precisamente el central de Atarrabia compareció ayer en sala de prensa y si bien es muy discutible su defensa de que al equipo «no le faltó mentalización» ni «falta de intensidad» ante el Córdoba, estuvo acertado cuando contestó que «lo que más nos preocupa de ellos es que nosotros demos nuestro nivel, porque entonces tendremos mucho ganado».

El navarro no dispuso ni de un solo minuto el sábado, cuando había resultado decisivo en los últimos encuentros cara a gol. Reconoció que el equipo cometió errores que le condenaron, si bien evitó ahondar en la herida o cuestionar el mal juego del grupo. «Enfadado no sé si está (Ernesto Valverde), pero contento no puede estarlo. El mazazo sí fue grande, pero la temporada aún puede ser ilusionante», prefirió mirar adelante y centrarse en el choque decisivo de mañana. Tanto que, aclaró, «el partido del sábado está olvidado y el derbi del domingo aparcadísimo».

Llega el BATE Borisov, surgen las dudas en el entorno, así que no es de extrañar que el propio San José admitiera que «como no salgamos a tope las cosas se pueden complicar. Vamos a ir a ganar, porque tenemos que demostrar que somos mejores que ellos». La dura lección la aprendieron ante el Córdoba.