Ningún equipo mereció la victoria
La Real fue mejor en el primer tiempo, en el que se adelantó en el marcador con un gol de Vela y tuvo más ocasiones para ampliar su renta, y el Athletic jugó mejor tras el descanso. La expulsión de Laporte no fue aprovechada por los blanquiazules para lograr triunfar.

REAL SOCIEDAD 1
ATHLETIC CLUB 1
Real y Athletic empataron en un partido que ninguno mereció ganar porque generaron muy poco fútbol como suele ser norma en los derbis y porque nadie consiguió imponerse con claridad a su rival. Los blanquiazules fueron mejores en el primer tiempo, los rojiblancos en el segundo y la expulsión de Laporte en el minuto 79 cambió el partido y Valverde convirtió la defensa del empate en el único objetivo y la Real solo fue capaz de crear dos opciones a balón parado de Canales que no pudo desequilibrar el marcador.
Quizás por ocasiones la Real hizo más para ganar, pero tampoco mereció los tres puntos porque su bajón en el segundo tiempo fue notable y el Athletic jugó mejor. Por eso el resultado refleja lo que fue el partido, un tiempo, un gol y un punto para cada equipo que sabe mejor para los visitantes por lograrlo fuera, con diez en el tramo final y tras estar casi una hora por detrás en el marcador, una circunstancia que no pudieron aprovechar los blanquiazules para manejarse mejor.
Un gol para empezar
Porque el partido se le puso de cara a la Real con el tempranero de gol en una acción que comenzó con una recuperación de Markel. Xabi Prieto se ofreció en el centro del campo y dio un pase de calidad a Carlos Martínez, cuyo centro dejó en evidencia el pobre juego aéreo de Finnbogason. Pero Chory Castro recogió el balón, encontró los centímetros suficientes para regatear a De Marcos y dio un centro que remató Carlos Vela de cabeza sin que Iraizoz pudiera evitar el gol.
El mexicano marcaba por tercer partido consecutivo en Anoeta en la primera llegada de la Real y ésa es la principal diferencia que ha permitido a los blanquiazules sumar los últimos siete puntos en el estadio porque Moyes lleva cinco partidos como entrenador blanquiazul y solo ha visto marcar a un jugador suyo y eso es algo que no es normal en un equipo de la máxima categoría.
Como en casi todos los partidos de Anoeta, la Real jugó un primer tiempo con más intensidad en su juego y agradeció la vuelta de Markel. El elgoibartarra se ha convertido en un jugador tan importante en este equipo que sin apenas entrenar durante la semana volvió al once y fue el mejor del partido.
Su trabajo fue clave para que no se notara la superioridad numérica del Athletic en el primer tiempo en el centro del campo, donde Iturraspe, Mikel Rico y el donostiarra Unai López no consiguieron imponerse al elgoibartarra y Granero, con el apoyo de Vela y Finnbogason cuando los jugadores rojiblancos tenían la posesión del balón.
Gracias al gol de Vela y a ese punto de intensidad la Real llevó el partido controlado en el primer tiempo, en el que además del gol tuvo las ocasiones más claras, sobre todo en un cabezazo a placer de Iñigo Martínez, pero también en otro remate con la testa de Finnbogason.
El único peligro del Athletic llegó en otro cabezazo de Aduriz que despejó Zubikarai. Los de Valverde no supieron aprovechar tampoco las jugadas a balón parado a las que tanto rendimiento acostumbran a sacar. Tuvieron cinco saques de esquina y varias faltas en el primer tiempo y no las aprovecharon.
Otro partido
Si en el primer tiempo la Real mereció marcharse incluso con más ventaja, desde el comienzo del segundo el Athletic fue superior al adueñarse del balón y bajar a su intensidad habitual el trabajo defensivo de los jugadores blanquiazules, lo que permitieron jugar demasiado cómodos a los de Ernesto Valverde.
Nada más comenzar el segundo tiempo llegó una clara ocasión de Muniain, que remató fuera y a la hora de partido Susaeta centró sin ninguna oposición, Granero le defendió con la mirada y De Marcos ganó la espalda de Chory Castro para empatar llegando desde atrás.
Moyes sustituyó a los dos jugadores implicados en la finalización de la jugada para intentar cambiar de nuevo el partido con la entrada de Zurutuza y Canales y además centró a Xabi Prieto y devolvió a la banda derecha a Carlos Vela para compensar la superioridad numérica del Athletic en el centro del campo, que en el segundo tiempo sí quedó en evidencia.
Pero lo que cambió el partido no fueron las decisiones de Moyes, sino la expulsión de Laporte, que obligó a Valverde a prescindir de Susaeta para colocar a Gurpegi como central y convertir la defensa del empate en el objetivo claro de los últimos quince minutos.
Fue un tiempo suficiente para ver las carencias de la Real con el balón. Lo movió sin velocidad, sin ideas y cayó en el anzuelo que le lanzó el Athletic para que buscara centros laterales que encontraban respuesta en los centrales y los dos medios centros rojiblancos.
La Real solo fue capaz de crear en superioridad dos ocasiones de gol con el mismo protagonista. Canales lanzó al larguero una falta directa y en segunda jugada tras otra acción de estrategia volvió a rematar con la izquierda sin poder marcar.
El Athletic ni salió de su campo desde la expulsión, se limitó a defender un punto que tiene más valor por sumarlo fuera de casa y en una semana en la que se ha asegurado su continuidad en Europa, pero que tampoco le permite acercarse a la zona noble de Primera.
Rojiblancos y blanquiazules demostraron que han estado en la segunda mitad de la tabla por algo. Porque el Athletic jugó más el balón, pero apenas creó dos ocasiones en todo el partido. Y la Real tuvo alguna más, pero su nivel de juego es bajo, en defensa y en ataque.
Sin agotar los cambios
Porque se habían generado muchas expectativas en el entorno de la Real con el cambio de entrenador y los siete puntos logrados en tres partidos, pero Moyes no encuentra soluciones a los problemas de su equipo y recurre a Markel sin apenas entrenar y no agota los cambios a pesar de que Agirretxe era el único jugador ofensivo que estaba lesionado, que Xabi Prieto tuvo un problema físico en la segunda parte y que tampoco Finnbogason justificó ayer, a pesar de su buena actitud, el dinero invertido en su contratación. Tuvo dos claras ocasiones para marcar y no las aprovechó.
Porque se apostó por Moyes como técnico para reforzar la filosofía de la Real y Gaztañaga y Hervías no han tenido la confianza de su técnico. Queda una semana con dos partidos, pero da la sensación de que el técnico escocés va a escribir una carta al Olentzero con más líneas de lo que le conviene a la Real.

López de Gereñu, primer muerto con Juan Carlos I

El sondeo de Lehendakaritza vuelve a dar la victoria al PNV en la CAV

Tras el fin de la guerra en Ucrania, ¿confrontación Europa-Rusia?

El TEDH falla que París conculcó los derechos de Ibon Fernández Iradi
