A diferencia de anteriores asambleas, y obligados como están por la nueva ley que reestructura la deuda de Osasuna, los compromisarios rojillos aprobaron por amplia mayoría facultar a la nueva junta directiva para la materialización de tres requisitos obligatorios incluidos en la mencionada norma. Los nuevos dirigentes osasunistas negociarán las condiciones para la concesión de un crédito bancario de cuatro millones de euros -cuenta con el aval del Gobierno de Nafarroa-, encargarán una auditoría externa sobre el funcionamiento económico del club entre 2005 y 2014, y crearán una comisión de control financiero.

Respecto a la solicitud de un nuevo préstamo, quedó claro que las condiciones con las entidades bancarias que lo van a otorgar están por negociarse, aunque el presidente, Luis Sabalza, señaló que serán «las que indique el mercado» y defendió su necesidad por la necesidad de liquidez, al estar ahora mismo las arcas rojillas «con telarañas». Algún compromisario dejó caer sus dudas por solicitar la aprobación sobre algo cuya información completa estaba todavía por conocerse. Pese a ello, 128 presentes dieron su voto favorable, a lo que hubo que sumar otras 13 abstenciones.

Más debate hubo respecto al punto relativo a la auditoría. Tras explicar el máximo mandatario rojillo que ésta se iba a encargar al Colegio Oficial de Economistas de Nafarroa, el socio Pedro Pegenaute planteó la duda de si ese informe iba a ser sobre cuentas o sobre gestión del club, solicitando que sobre este último aspecto se extendiese más allá de 2005, abarcando también las etapas de Javier Miranda y los tres primeros ejercicios de Pachi Izco, aunque fuese necesario encargar otra auditoría más. Sabalza respondió que, a su entender, el Parlamento había circunscrito la fecha de investigación a 2005 por la existencia de la ley 1/2003, «que fue una especie de borrón y cuenta nueva». Finalmente, 142 votos validaron la propuesta, más una abstención.

Por último, la reforma de los estatutos con la inclusión de la figura de una comisión de control económico también contó con el apoyo casi unánime, al sumarse 137 votos favorables, uno en contra y siete abstenciones. Sabalza aclaró que dicho órgano contará con cinco miembros -cuatro socios y uno más representando al Ejecutivo foral- y que los cargos tendrán carácter gratuito. Añadió, asimismo, que esta modificación parcial de los estatutos se había realizado en consenso con la anterior gestora y no había sido más amplia por posibles incompatibilidades con la ley foral, en referencia a la elección de los compromisarios, aspecto que el asesor Ignacio del Burgo confirmó a los participantes. En todo caso, el presidente volvió a reiterar su compromiso de que antes de que acabe la temporada habrá una reforma en profundidad del reglamento rojillo.

Nueva denuncia

Aunque todavía no ha llegado al club la propuesta de sanción, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) tiene intención de multar al club rojillo por proferir su afición gritos contra un equipo de Primera antes del inicio del Osasuna-Valladolid. Un representante de la patronal futbolística presente en el partido realizó un informe en tal sentido, base para iniciar el proceso. Se da la paradoja de que otro representante, en este caso de la Comisión Antiviolencia, felicitó a la nueva junta directiva por el comportamiento de la afición.

«El delegado gubernativo nos felicitó con un «chapeau» al finalizar el encuentro -confirmó Sabalza-, por lo que me he llevado una sorpresa cuando hoy (por ayer) he desayunado con la noticia. Igual fue por los nervios del estreno y la importancia del partido, pero yo no oí los gritos. Cuando nos llegue la propuesta, lógicamente la estudiaremos», indicó.