Nos encontramos en el punto álgido del recorrido, en una etapa clave. Ya nos queda muy poco para terminar La Divisoria. Es de destacar que dicha Divisoria no acaba en Araba, ni mucho menos. Este marcado y espectacular filo de la montaña continúa dirección este hasta casi llegar a las mismas puertas de Iruñea. Para terminar, comentar que esta ruta está señalizada con las marcas blanquirrojas del GR, esto nos ayudará a la hora de orientarnos.

Desde la iglesia de Okina sale una pista que asciende dirección norte, la cogeremos. La pista poco a poco se va torciendo hacia el oeste, pasaremos una langa y nos adentraremos en un bosque de hayas. Cuando salgamos al filo de la montaña y, de nuevo, a la larra, veremos al norte la cumbre del San Cristobal (1.044 m).

Desde la misma cumbre del San Cristobal sale un sendero dirección oeste que nos lleva a la siguiente cumbre, el Pagogan (1.029 m), la podemos ver desde donde estamos ahora.

En el Pagogan tenemos una pista que nace también desde su cima dirección suroeste, bajaremos por ella hasta llegar a una langa. En este punto, sin pasar la langa, torceremos a la derecha por un sendero. En unos 5 minutos llegaremos a una nueva pista en la que giraremos, de nuevo, a la derecha, poniendo así rumbo norte. Avanzando por esa nueva pista, llegaremos a un cruce de senderos, cogeremos el de la derecha. Descenderemos ahora por «La ruta del vino y del pescado», un curioso sendero. Y es que, en este bosque de hayas con alfombra de hojas, la erosión ha formado paredes naturales a sus dos lados, dándole a dicho sendero forma de trinchera. Pronto nos toparemos con una pista en la que torceremos a la izquierda. Por ella nos dirigiremos, sin pérdida, al Puerto de Vitoria.

Sin embargo, poco antes de llegar a dicho puerto, veremos un par de caseríos semiderruídos. A la altura del segundo, nos desviaremos dirección norte para llegar por un evidente sendero a la cumbre del Lendiz (837 m). Desde este último monte volveremos sobre nuestros pasos a los caseríos. Por último, continuaremos dirección oeste hasta dar con el Puerto de Vitoria.

Atravesaremos la carretera nueva y subiremos por la vieja, la cual se encuentra actualmente en desuso. Cuando estemos en el punto más alto de esa vieja carretera, sale una pista a la derecha que nos lleva a una explanada de cemento. Aquí la pista muere y comienza un sendero de calidad, pronto nos adentraremos en un bosque de hayas. Cuando dicho bosque acaba, saldremos al filo. En este punto hay un cruce de senderos, nosotros cogeremos el de la derecha, el cual nos lleva por todo el filo hasta el Arrieta (999 m).

En este tramo del recorrido tendremos la oportunidad única de contemplar claramente el curioso cambio de vegetación que se da entre el norte, bosque de hayas, y el sur, de encinas.

Desde el Arrieta bajaremos por una pista hasta llegar a un collado. Aquí se encuentra el llamado Mojón de la sepultura, desde el cual cogeremos la pista que asciende suavemente hacia el oeste por la ladera norte. En breve este nuevo camino empezará a bajar para dejarnos en el puerto y aparcamiento de Zaldiaran, una travesía inolvidable la de hoy.

Nos quedaría la quinta y última etapa de La Divisoria. Sin embargo, dicha ruta ya fue publicada en el Ibiliz del 12 de junio de 2012, así que esta vez el lector no tendrá que esperar a la próxima entrega para poder disfrutarla.

Damos por terminada, pues, la travesía integral a La Divisoria sur de la Lautada. Ha sido un largo viaje en el cual hemos superado en total un desnivel positivo de 5.048 metros, recorrido 81'75 kilómetros y ascendido a 14 cumbres puntuables. Sin embargo, puede que todos estos últimos datos sean lo menos importante de todo. Quizás lo realmente importante tenga que ver con el viaje interior que podemos experimentar en, y gracias a, la montaña.