Lo peor del partido de ayer fue sentir, como en el partido contra el Barcelona, que Moyes no confía en el conjunto de su plantilla porque no podía estar satisfecho con lo que veía tras el descanso y, sin embargo, no hizo el segundo cambio hasta el tiempo añadido. También ante el Barcelona no realizó su segunda sustitución hasta el minuto 89 a pesar del gran desgaste que realizaba todo el equipo en tareas defensivas. Gaztañaga no ha jugado en Liga ningún minuto desde la marcha de Arrasate a pesar de la apuesta por un doble pivote eminentemente defensivo y eso deja claro que no confía en él. Moyes ha venido a Donostia avalado por los jugadores a los que dio la alternativa en el Everton, pero es difícil que tras trabajar el año pasado con los jugadores del United confíe en los jóvenes de Zubieta. Si Gaztañaga no ha jugado nada sin Markel, Granero ni Zurutuza...