Pablo CABEZA
Entrevista
Alguer Miquel
Txarango taldeko ahotsa

«Éxito es tener algo por lo que vale la pena luchar. Conocer tu camino»

Hubo hace años en Euskal Herria una banda llamada Txarango, excisión de Mocedades, pero estos Txarango son catalanes. «Son riu» es su nuevo disco, apoyado por el sello Baga-Biga Musika Ideiak. Explosión de color y ritmo que podrá seguirse en directo mañana en el gaztetxe de Arrasate (22.00), el viernes en el gaztetxe de Gasteiz (21.30) y el sábado en Stage Live de Bilbo (21.00) junto a Emon.

Txarango nace a finales de la pasada década siendo unos chavales. En 2010, el octeto graba sus dos primeras canciones y visualizan su desparpajo. «Benvinguts al llarg viatge» se edita en 2012 en formato físico y digital con descarga gratuita. El cedé se vende bien y las descargas superaran los 120.000 clicks. A partir de aquí: salas, festivales, más de 50 conciertos al año y muchos kilómetros de viajes. «Som riu» es una esplendida mezcla de ritmos latinos y fusión catalana. No extraña que en el disco colaboren Xabi Solano, Esne Beltza, y Sergio Ordóñez, ex-Esne Beltza (ambos cantando en euskara), ya que las complicidades musicales y la actitud son semejantes.

Nacidos en Ripoll, Girona, en la actualidad residen en Vic, más económico que Barcelona y equidistante de su radio de acción principal. «Somos amigos de toda la vida. Nos conocemos de la escuela. Empezamos a tocar alrededor de los 15 años pero el proyecto nació más adelante cuando nos fuimos a vivir a Barcelona y más tarde a Vic, un buen lugar para vivir llevando nuestro ritmo de vida. De todos modos, ¡paramos muy poco en casa!

Catalunya tiene una tradición musical muy asentada en todos los estilos. No obstante, son muchas las bandas en su onda: fusión y ritmos latinos, ¿resulta complejo diferenciarse?

Hay mil bandas y mil matices. Para nosotros los distintos estilos musicales que tocamos son solo la forma de acompañar las letras y los motivos que visten las canciones. Mezclamos todo lo que nos da la gana, si nos gusta vale! Catalunya es un país de acogida y es normal que esto se note musicalmente.

Cuidan no caer en un sonido excesivamente generoso y sonar a verbena festiva, aunque sea de calidad. ¿Se tienen en cuenta estas líneas rojas o se recurre al tópico de `hacemos lo que nos sale, sin más'?

Le damos mucha importancia a todo, a las letras, a la música, a todo. Nos gusta cuidar la escritura y la composición.

Son una banda preferentemente rítmica, pero en el disco hay dos baladas que rompen texturas: «Batega» y «No t'adormis», ¿se tocan en directo?

El motivo por el que escribimos esas canciones es que pensamos que se merecían este trato y esa sonoridad. Las tocamos siempre. Si «No t'adormis» o «Compta amb mi» también son canciones tranquilas y en el primer disco tenemos unas cuantas. «Batega» es una canción de amor a una Barcelona que nosotros pudimos conocer y que ha desaparecido debajo del modelo de ciudad/negocio o ciudad/fran- quicia que, a nuestro entender, ha vaciado el alma de Barcelona y de la mayoría de capitales de nuestro desafortunado primer mundo, y de sus aún peores políticas. «No t'adormis» Significa «No te duermas» y es una canción de amor escrita para desear suerte a alguien que se marcha en busca de su camino. Una despedida. Comparte un poco la idea de Mario Benedetti en su poema «No te salves» cuando dice: «No te salves, no busques del mundo solo un rincón tranquilo».

«Corazón viajero» rompe esa quietud y se colma de diferentes ritmos...

Es una canción de fusión basada en el merengue. También nos acercamos a la cumbia, el son, la salsa y la rumba catalana.

Son jóvenes, ¿por qué no se les contagió el rock, el punk-rock, el metal...?

Escuchamos de todo, y el punk, a pesar de estar poco reflejado musicalmente, es una de nuestras grandes influencias en actitud. También nos parece que llevamos un estilo de vida rock'n'roll, por decirlo de alguna forma. Así que, más o menos, sí que nos contagió todo eso.

En escena se percibe esa actitud: dinámica, expresividad. pasión...

Disfrutamos mucho en el escenario y no paramos quietos, es cierto. Es un poco eso que comentábamos de la actitud punk. No nos meneamos para menear a la gente, nos meneamos para disfrutar al máximo de la música. Un concierto es una celebración y a nosotros nos gusta darlo todo.

¿Son músicos de conservatorio o de oído?

Hemos crecido tocando en la calle. Tocando con gente, aprendiendo de las bandas que nos gustaban. Somos autodidactas. Es triste que en la escuela pública la música sea una asignatura tan residual sabiendo de la importancia que ha tenido siempre en la historia de la humanidad. Aquí si quieres aprender música tienes que pagar una escuela privada, o, como en nuestro caso, aprender por tu cuenta.

Qué es lo más complejo de una canción, ¿arreglarla?

Todo su proceso, aunque depende de lo que busques con ella. Si quieres contar una historia, pues lo más difícil es escribirla. Si quieres buscar una sensación, lo más difícil es conseguir que le llegue al público esa misma sensación exacta. Pero a nosotros estos procesos creativos nos encantan y nos lo pasamos bien buscando y tocando.

¿Qué concepto tienen del éxito, de sus bondades y maldades?

El éxito lo tuvimos el día que nos dimos cuenta de que había una cosa que nos hacía realmente felices, y esa cosa es la música. Éxito es tener algo por lo que vale la pena luchar. Conocer tu camino. Vivir cerca de la felicidad. Éxito no es que la gente conozca nuestra música, es ser felices con ella.

¿Comprometidos?

Nuestro proyecto nace en gran medida del inconformismo y la inquietud social y política. Venimos de muchos movimientos sociales. La música es nuestra forma de hacer política, nuestra arma, y humildemente trabajamos para aportar. Intentamos que la música sirva para cultivar el pensamiento crítico y entendemos que es una herramienta básica para la participación y la transformación social.