Natxo MATXIN
ALAVÉS La escuadra albiazul sigue negada lejos de Mendizorrotza

La rémora continúa entre los palos

Manu Fernández cometió tres errores de bulto en veinte minutos que supusieron otros tantos goles encajados por el cuadro babazorro. El portero asturiano lleva encadenados varios fallos esta temporada -Mallorca y Sabadell- que han supuesto un total de tres derrotas.

LLAGOSTERA 3

ALAVÉS 1

Tres graves errores de Manu Fernández en apenas veinte minutos -entre el 17 y el 37- fueron suficiente rémora como para que el Alavés siga acumulando penosos números en su más reciente estadística foránea, tras encadenar su segunda derrota consecutiva en tierras catalanas. El meta asturiano, que ha salvado a la escuadra babazorra en otros encuentros, no está especialmente entonado últimamente. Cometió otro fallo de bulto hace una semana ante el Sabadell, lo que también supuso caer en la Nova Creu Alta, y tampoco estuvo muy fino en Mallorca, donde también erró y el equipo acabó perdiendo 2-0.

En esta categoría en la que los encuentros se deciden por detalles, encajar los dos primeros goles de manera tan seguida -apenas transcurrieron dos minutos- es un mazazo demasiado fuerte como para recuperarte. Si a ello se le une que el tercero llegó al filo del descanso, la tarea se hace imposible.

El conjunto albiazul ha visto cómo en estos dos últimos envites hacía trizas todo el crédito defensivo que había recuperado en anteriores jornadas. Antes de que Manu Fernández intentase blocar -y no despejar- un chut escorado de Querol con su pierna mala, los de Alberto López habían metido mucho miedo con varias contras que bien pudieron adelantarle en el electrónico. Después todo se vino al traste por los errores atrás.

El meta babazorro, sensiblemente nervioso por su primer desacierto, ya no dio una a derechas, sobre todo cuando tuvo que medir sus salidas. No lo hizo bien en la segunda diana cuando, aunque Jarosik se vio superado, el checo iba recuperando terreno a Sergio León, ni tampoco en la tercera, en la que se llevó por delante a Raúl García, que perseguía a Querol en su diagonal.

Los últimos diez minutos

Con el encuentro ya decidido, tampoco es que los cambios tras el descanso supusiesen un revulsivo para ilusionar con una utópica remontada. El Llagostera, con más toque y mejor salida de balón de la que en principio se esperaba, durmió el choque, salió rápido buscando la espalda -pudo marcar más goles de no ser por un Manu Fernández que se entonó en la segunda parte- y solo se vio desbordado en el tramo final.

Fue ahí cuando mejor imagen ofreció el Alavés, coincidiendo con la entrada en el campo de Juanma, autor del gol visitante y que bien pudo marcar el segundo, lo que hubiera animado la contienda, de no ser por la gran estirada de René. Fueron apenas diez minutos, muy poco tiempo como para obrar un milagro de tal tamaño, que tampoco hubiese sido acorde a los merecimientos de unos y otros, la verdad sea dicha.

Alberto López no quiso hacer sangre de los decisivos errores de sus pupilos y prefirió quedarse con la lectura positiva de un segundo tiempo «en el que los jugadores han seguido tensionados, no han dejado de correr, ahora están muertos de cansancio». «El equipo ha entrado bien al partido, hemos tenido un buen par de contras y una parada del portero rival, pero los dos primeros goles nos han hecho mucho daño, no nos ha dado tiempo a reaccionar. Lo hemos acusado, pero insisto en no han bajado los brazos o dejado pasar el tiempo», afirmó.