Arnaitz GORRITI
LABORAL KUTXA BASKONIA Triunfo en Zurbano ante el Joventut

El físico y el desacierto de la Penya allanan el camino

Ante un Joventut que erró un sinnúmero de triples, los de Ibon Navarro obtuvieron una victoria cómoda. Debutó el joven lituano Tadas Sedekerskis y hasta Carlos Martínez y Mamadou Diop saltaron a la cancha.

LABORAL KUTXA BASKONIA 87

JOVENTUT 68

Sin hacer el mejor partido, Laboral Kutxa Baskonia se impuso al Joventut y ya se sitúa en la sexta plaza clasificatoria. Después de reponerse de un arranque caótico, impuso su poderío físico ante un rival cegado en el lanzamiento.

La primera mitad fue un correcalles. La Penya dominó el juego y el marcador en el primer cuarto, mientras que en el segundo fue el Baskonia quien impuso su ley, en parte porque defendió mejor y también porque la Penya se obcecó.

Durante los 18 primeros minutos no hubo ni un solo tiempo muerto y en el primer cuarto casi ni tiempo para hacer cambios. Ello dio al encuentro el aspecto de un recreo enloquecido, con los jugadores movidos por la pura inspiración. Y como un recreo se asocia con la edad escolar, el debut del lituano Tadas Sedekerskis con la camiseta del Baskonia -alero de 2,05 metros nacido en 1998 y que en el Araberri quema etapas a toda velocidad- fue casi lo lógico -el gallego Carlos Martínez también jugó y Mamadou anotó un aplaudidísimo triple-, porque el resto lo carecía por completo.

Así, por ejemplo, los de Ibon Navarro perdieron balones y concedieron contragolpes a tutiplén a los verdinegros, aunque estos no siempre los completaban. Asimismo, la propia Penya se pasó los cinco últimos minutos del segundo cuarto sin anotar un punto. El cuadro gasteiztarra apenas sumó un 8-0 a su favor, pasando del 33-34 adverso a un 41-34, convertido en 41-36 después de una canasta de Hannah a pocos segundos del descanso. Visto lo visto, ambos equipos precisaban un replanteamiento de su plan de partido, y quien mejor se readaptara se llevaría el duelo.

La sobriedad de Iverson

El parcial de 0-6 con el que arrancó el tercer período no auguraba nada bueno, pero lo cierto es que Laboral Kutxa Baskonia al fin pudo desembarazarse de la escuadra verdinegra. El acierto de los de Salva Maldonado en su lanzamiento triple seguía siendo escaso y el dominio del rebote, como se pudo ver en la primera mitad, era enteramente local.

Colton Iverson tuvo mucho que ver en el despegue gasteiztarra. Sufrió ante Savané, pero puso dureza defensiva y de a poco, conforme sus compañeros lo fueron buscando, aportó en ataque. Junto con Kim Tillie, los de Ibon Navarro se fueron escapando hasta llegar al último cuarto con una cómoda renta: 63-54, ante un rival al que no le sobraba acierto ni fe.

Un triple de Bertans inauguraba el marcador en el último cuarto, superando así la barrera de los 10 puntos de ventaja. Por parte verdinegra solo Hannah parecía tener calidad para hacer daño al Baskonia, pero nadie más era capaz de secundarlo. Bertans, por su parte, se dedicaba a finiquitar el duelo a golpe de triple. Hasta Mike James recuperó sensaciones en los últimos minutos.

Muchos detalles para «un paso adelante»

El dominio del rebote, una mejor versión de los bases que, como recordó Ibon Navarro, «han sumado una pérdida y ocho asistencias, por lo que los hemos felicitado», aprovecharse del cansancio acumulado para jugar más despacio y con más paciencia a pesar de algunos fallos de concentración... Muchos eran los detalles que se traía Ibon Navarro en su zurrón, pero ante todo se le notaba aliviado por poder evitarse otro final apretado, y más ante un Joventut muy acostumbrado a los thrillers.

«Teníamos miedo de llegar apretados al final con el Joventut, pero en el tercer cuarto, aunque sea un parcial que en otros partidos, ha sido clave para abrir una diferencia y jugar con un poco más de paciencia. Al final, los triples de Bertans nos han ayudado a romper el partido, y hoy -por ayer- hemos dado un paso adelante importante», añadía el entrenador.

Sobre el sexto puesto clasificatorio, el técnico prefería relativizar, pero reflexionaba que «sabíamos que iba a haber una brecha de ocho-nueve equipos. Lo que hay que hacer es estar en ese grupo». A. G.