Como antes de medirse al Madrid en casa, los rojiblancos se ejercitaron ayer en doble sesión; por la tarde, a puerta cerrada, en el mismo San Mamés. En la de la mañana, Marcelo Bielsa alineó a Aduriz entre los posibles titulares, entre los que de manera definitiva no estará Iturraspe, al que Apelación no le ha querido conceder su gracia. El delantero donostiarra entre los hipotéticos de partida y Llorente con los suplentes, aunque esta misma maniobra también la puso en práctica el argentino ante el Depor y luego dio la sorpresa.

Si el ‘20’ sale de inicio recuperará la titularidad tres partidos después, en los que el de Rincón de Soto ha sido titular y quien en palabras de Bielsa mejora día a día sus prestaciones aunque ya solo resten siete partidos. Por lo demás, lo sabido, con San José de central y Gurpegi como pivote de contención. También Muniain recupera protagonismo y volverá a tener una nueva oportunidad de reivindicarse ante una Catedral escéptica con él esta campaña. Ayer el navarro compareció en sala de prensa, muy serio, escueto, respondiendo obviedades, lejos de aquel Iker cuyas declaraciones hacían subir el precio del pan. «Estoy muy tranquilo, me quedan dos años y estoy a gusto. Contestaré lo mismo cada vez que me preguntéis sobre mi futuro», zanjó la cuestión sobre si se muestra reticente o no a prolongar su contrato más allá de 2015.

Iker se ve en línea ascendente

Al menos, el de la Txantrea confirmó que se ve mejor día a día, «me veo bastante mejor de lo que venía haciendo, mejor físicamente y espero mantener esta línea hasta final de temporada». Una confianza que enlaza con su percepción de que «somos conscientes que estamos mejorando en los últimos partidos, con buenas sensaciones. A ver si llegamos a los 40 puntos cuanto antes».

Muniain confía en «retrasar el título» del Barcelona (18.00) y «despedir a La Catedral como se merece», una Catedral en la que «toda persona que esté en el fútbol sabe lo que significa jugar» en ella, en alusión a las palabras de Andrés Iniesta sobre que para él es «un campo más».

Un clásico con solera, una oportunidad de reivindicarse ante un equipo culé cuya alineación representa una incógnita, pero que para Muniain «juegue quien juegue seguro que nos ponen las cosas tremendamente difíciles». ¿La clave? «Que el partido no se juegue en nuestro campo sino en el suyo», contesta el ‘19’ rojiblanco.

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