El preso laudiotarra Pablo Gorostiaga ya se encuentra en la cárcel de Zaballa. Le fue concedido el pasado jueves un permiso para que fuera trasladado para visitar a su esposa, Judith Uriarte, gravemente enferma. Sin embargo, el traslado no se llevó a cabo y el preso y exalcalde de la localidad no tuvo la oportunidad de despedirse de ella, ya que falleció este martes.

Gorostiaga había sido trasladado desde la prisión de Herrera de La Mancha (donde cumple condena por el macrojuicio 18/98) a la prisión de Ocaña.

Según ha podido saber NAIZ esta mañana, los abogados habían presentado una nueva solicitud junto con el acta de defunción de su compañera sentimental, para que fuera conducido junto a sus familiares. El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria ha emitido otro auto, el tercero, en el que ordenaba el traslado del exalcalde de Laudio, con el fin de que pueda asistir a la despedida de su esposa, una petición que el propio Gorostiaga también ha tramitado desde la prisión de Ocaña. Desde la cárcel también habían confirmado a los letrados que se hbíaa ordenado el traslado y que este se iba a producir hoy mismo.

Según ha informado a GARA un familiar poco antes de las 20.00, Gorostiaga ya se encuentra en Zaballa. «Hemos pedido que le traigan a casa», señalaban sus allegados por la mañana, al tiempo que mostraban su esperanza de que pueda producirse un encuentro en la intimidad de la familia, «que es lo que más desea Pablo en estos momentos».

La familia quiere celebrar el acto de despedida de Judith Uriarte en la intimidad, pero ha llamado a la ciudadanía a en acto que Herrira ha convocado para este viernes por la tarde en Laudio. Además, habrá un acto público el viernes 13 de setiembre a partir de las 19.00 en Garrastatxu.