Segurola, detenido este jueves por la Policía francesa, había agotado en julio, después de un largo procedimiento, todos los recursos a la extradición, por lo que cabía que su arresto se concretase en cualquier momento.
Segurola fue asignado a residencia en la localidad de Autun, a 810 kms. de Euskal Herria, el 15 de febrero de 2011 tras abandonar la prisión de Bois d’Arcy.
En realidad debía haber sido puesto en libertad cuando terminó de cumplir su condena, en diciembre del año anterior, pero no ocurrió así toda vez que le fueron comunicadas dos peticiones de extradición. Se da la circunstancia de que los tribunales franceses rechazaron en el año 2000 extraditar al aginagarra por las mismas demandas.
Sin embargo, en base a una modificación en la normativa legal sobre extradiciones, la Audiencia Nacional española volvió a requerir su entrega en vísperas de quedar en libertad.
Las peticiones fueron examinadas y rechazadas por el Tribunal de Versalles aunque, al haberse aceptado el recurso del fiscal, fueron de nuevo examinadas por otro Tribunal que terminó aceptándolas.
Mientras se resolvían los recursos, Segurola ha permanecido confinado bajo estrictas medidas de control. Así, no podía abandonar la ciudad y debía presentarse dos veces al día en la Gendarmería.
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