
El funeral de Estado por Nelson Mandela ha reunido a unas 5.000 personas en Qunu, aldea del sureste de Sudáfrica en la que Mandela pasó su infancia.
La familia, el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma; amigos íntimos del exmandatario y otros han accedido al cementerio del clan Mandela, mientras el resto de los invitados ha permanecido en la carpa.
El ataúd ha sido trasladado al camposanto en una procesión militar y la bandera sudafricana que cubre el féretro ha sido retirada. Varios soldados han tomado posiciones para custodiar el féretro y ha sonado el himno nacional.
Acto seguido, un total de 21 salvas de cañón han sido en honor del héroe que combatió el régimen racista del «apartheid», y aviones de combate sudafricanos han sobrevolado el cielo de Qunu.
Luego, han intepretado la melodía ‘The Last Post’, con la que tradicionalmente se rinde homenaje a los soldados caídos, y los militares custodios del féretro han abandonado sus puestos, de acuerdo con el programa oficial divulgado por el Gobierno.
El obispo metodista Don Dabula, capellán de la familia, ha dado su bendición a los restos del expresidente, que ha recibido sepultura en Qunu, donde Mandela fue feliz y donde, por deseo expreso, pidió descansar para siempre.
Nelson Mandela murió el pasado 5 de diciembre en su casa de Johannesburgo rodeado de su familia, tras una larga convalecencia por problemas respiratorios.

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