Lina Morgan ha muerto en su domicilio de Madrid, la ciudad que la vio nacer el 20 de marzo de 1937. Hija de un sastre y una ama de casa, comenzó a labrarse una carrera como artista desde muy pequeña.

Fue Pepe Cabo, representante del mundo del espectáculo, quien puso sus ojos en ella cuando había cumplido 13 años para pasar a formar parte de una compañía infantil, «Los chavalillos de España».

Al integrarse en la compañía de revistas Colsada a los 16 años, comenzó a trabajar como bailarina de reparto. Llegó a falsificar su fecha de nacimiento para ingresar en el cuerpo de baile. En 1956 se le ofreció sustituir a Mercedes Llofriu, momento en el que adoptó el seudónimo Lina Morgan.

A mediados de los cincuenta comenzó a trabajar en el cine con Tony Leblanc como director. Su primer gran papel fue como secundaria en ‘Las que tienen que servir’. Más adelante empezó a tener papeles protagonistas, sobre todo en comedias en las que interpretaba generalmente a mujeres con escasa cultura pero mucho ingenio e intuición.

En 1975 se despidió del cine, al que solo regresó con esporádicas apariciones. En 1978 alquiló con la ayuda de su hermano, el empresario José Luis López Segovia, el Teatro La Latina de Madrid. Cinco años después, lo compró por 127 millones de pesetas. Sus éxitos llevaron a TVE a rodar versiones de algunas de sus obras para la pequeña pantalla.

También tomó parte en series de la pequeña pantalla, siendo la de mayor éxito ‘Hostal Royal Manzanares’, con 7.332.000 de espectadores en su último episodio. Poco a poco fue retirándose tras el telón, con algunas apariciones esporádicas.

Mantuvo la propiedad del Teatro La Latina hasta junio de 2010, cuando lo vendió a cambio de 7'5 millones de euros, un despacho y un palco de por vida. Lina Morgan fallece tras una vida plagada de éxitos y reconocimientos.