Dabid Lazkanoiturburu

Macri hereda lo mejor y profundizará en lo peor del kirchnerismo

No hay duda de que el impacto de la llegada de la crisis global a las economías emergentes –negado insistentemente por algunos de forma irreflexiva y temeraria– ha sido, junto con la presión de los poderes fácticos, nacionales e internacionales, crucial para explicar el final, tras 13 años, del kirchnerismo.

Dabid Lazkanoiturburu (Gorka RUBIO/ARGAZKI PRESS)
Dabid Lazkanoiturburu (Gorka RUBIO/ARGAZKI PRESS)

Pero reducir la derrota peronista a la conjura de una suerte de «mano negra» es, además de reduccionista, un insulto a una sociedad, la argentina, capaz de lo mejor y de lo peor.

Entre lo primero destaca el ejemplar ajuste con el pasado realizado por los gobiernos desde 2002, al juzgar, condenar y encarcelar a los responsables del genocidio. Tan importante como el establecimiento de la asignación universal por hijo y otras medidas sociales paliativas contra la pobreza.

Estúpido, e incluso suicida, sería Macri si acabara de un plumazo con ambas conquistas, habida cuenta de que el argentinazo de 2001, consecuencia de décadas de gobiernos militares y neoliberales, sigue escociendo. Lo que es seguro es que el nuevo presidente no hará lo que los Kirchner no supieron, no quisieron o no pudieron: encarar reformas estructurales para acabar con la corrupción y el clientelismo, modificar una economía excesivamente deudora de las materias primas y modificar una política liderada por barones. Macri profundizará en lo peor. No habrá que esperar 100 días.