El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, presentó ayer su propuesta para convencer a Gran Bretaña de que no abandone la Unión Europea (UE), entre ellas un recorte de los beneficios sociales a los migrantes comunitarios que lleven menos de cuatro años en territorio británico y la promesa de que una mayor integración de la zona euro no se hará en su detrimento. Tusk envió el documento para «una nueva membresía» de Gran Bretaña a los 28 miembros de la UE, dando inicio así a dos semanas de negociaciones antes de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebrará el 18 y 19 de febrero.

«Nuestro interés común es mucho más fuerte que lo que nos divide», sostuvo Tusk, quien reconoció que todavía quedan difíciles negociaciones, mientras el primer ministro británico, David Cameron, quiere sellar cuanto antes un acuerdo con sus socios para poder organizar en junio, probablemente el día 23, el referéndum sobre la permanencia en la UE que prometió celebrar antes de fin de 2017 ante la presión en su país de los euroescépticos de dentro y fuera de su partido. Si el acuerdo no sale de la cumbre de febrero, habría que aplazar la consulta. Los británicos deberán decidir entonces si se van o se quedan en una UE reformada.

«Verdadero progreso»

Cameron estimó que la propuesta de Tusk, que responde a lo que pidió Londres y que aún deberá concretarse en varios aspectos, «muestra un verdadero progreso, pero queda trabajo por hacer» en las dos próximas semanas y antes de la celebración de la consulta.

Durante una visita a una fábrica en Chippenham, incluso comenzó a hacer campaña por el «sí» al admitir que la UE no será nunca «perfecta», pero subrayó que, si se pactan unos «buenos términos», él votaría a favor de la continuidad británica en el bloque. De lo contrario, añadió, «nada está descartado»

«Estar o no estar juntos, esa es la pregunta que tienen que hacerse no solo los británicos en un referéndum, sino también los demás 27 miembros de la UE en las dos próximas semanas», escribió Tusk en Twitter.

Las propuestas solo podrán ser efectivas si Gran Bretaña decide en su consulta permanecer dentro de la UE, y comenzarían a regir «en la misma fecha en que el Gobierno del Reino Unido informe» de esa decisión.

Para la Comisión Europea, la propuesta, que también incluye la instauración de una «tarjeta roja» que podrán blandir los parlamentos estatales, responde a las demandas planteadas por David Cameron, así como las preocupaciones de sus socios comunitarios.

«Es minúsculo»

Para el secretario de Estado británico para Asuntos Europeos, David Lidington, el acuerdo parece estar «a la vista» tras los progresos de los últimos días, aunque aún quede mucho trabajo por hacer, pero los euroescépticos criticaron la propuesta.

Los euroescépticos del propio Partido Conservador de Cameron evidenciaron su descontento. El diputado de este sector Bill Cash manifestó que el paquete de reformas propuesto por Bruselas «es minúsculo».

Por su parte, el líder del UKIP, Nigel Farage, tachó la propuesta de reforma como «francamente absurda» al estimar que no hay cambios en relación a la situación actual.

Los principales puntos para el acuerdo con Londres

La propuesta de acuerdo presentada por Donald Tusk incluye una cláusula de «salvaguardia» que permitiría excluir de las ayudas sociales durante los cuatro primeros años de residencia a los inmigrantes comunitarios, sobre todo de países del Este, en caso de una «llegada de una magnitud excepcional». Válido para todos los socios de la UE, el mecanismo podrá activarse cuando los servicios públicos estén desbordados o la seguridad social sea víctima de abusos repetidos.

También promete que una mayor integración de los miembros de la zona euro «respetará los derechos y competencias» de los estados ajenos la moneda única. Los nueve que no la adoptaron recibirán «garantías» sobre las decisiones de los 19 que usan el euro.

Propone además dar mayor poder a los parlamentos estatales, que podrán detener o cambiar legislaciones europeas si suman un 55% de representatividad. Un paso respecto al actual sistema que solo les permite pedir explicaciones a Bruselas sobre una ley.

Asimismo, establece el compromiso de «hacer todos los esfuerzos» para fortalecer y adaptar el mercado interior y garantizar la competitividad. GARA