«Erdogan es un pragmático que ha utilizado electoralmente el islam»
Figura histórica del islam político turco, nunca dejó de luchar contra el viejo orden kemalista. Número cuatro del AKP, que cofundó, fue viceprimer ministro hasta 2007, cuando abandonó la formación de Erdogan, sobre todo por la corrupción.

En una conversación plagada de referencias al islam y a Erdogan, Sener no deja de repetir que hoy, como toda voz contraria al Gobierno, se ha convertido en un apestado: «Me tienen vetado en las televisiones, en las universidades. Los rectores temen contratarme porque piensan que Erdogan podría enfadarse», señala a GARA en entrevista en una cafetería de Ankara.
El AKP generó una gran ilusión hasta 2008. ¿Cómo actuaba Erdogan en aquella época?
Cuando Erdogan es débil es educado. Entonces había unas reglas, había debate. Hasta que obtuvo el cargo de primer ministro, Erdogan decía que el partido no era de un solo líder, que lo dirigiríamos de forma colectiva. Yo me lo creí. Un mes después discutí con él. Estuvo dos meses enfadado conmigo, pero no lo hicimos público. En la legislatura tuvimos problemas, pero conmigo siempre se comportó bien. Yo actuaba fuerte, él respondía con suavidad.
Y ahora actúa al revés...
No sé si se ha encerrado en sí mismo o teme algo. En 2007 le dije que no sería diputado. Me aparté. Erdogan aún no estaba bien asentado en el poder y lo sabía. Supo digerir que había un poder popular, un Parlamento, un Ejército, una Constitución... pero ahora, después de machacarlos uno a uno, puede hacer lo que quiera porque no existe ningún poder que pueda contrarrestar us acciones.
En los años 90 Erdogan aseguraba ser un «hijo de la sharia» y hace un lustro defendió el secularismo en Egipto. Ahora defiende el panturquismo cuando antes decía que el MHP estaba endemoniado. ¿Es un oportunista?
Es un pragmático. Dependiendo de las condiciones, de la coyuntura, hará lo que sea necesario para obtener ventaja. Por eso a menudo cambia y lo que dijo hace cinco años no se parece a lo que dice ahora.
Al igual que Erdogan, usted proviene de Refah Partisi. ¿Qué diferencias encuentra entre Erbakan y Erdogan?
Erbakan creía en causas e ideales que tenían, eso sí, que adaptarse a la política de partido. Y pese a que tuvo que aceptar forzado algunas condiciones, nunca abandonó esos ideales. Erdogan no tiene ideales, es como un político cualquiera: no tiene líneas rojas; quiere controlar el poder y es ante todo pragmático.
¿La influencia de Erdogan está transformando el movimiento islamista turco?
En Turquía, los islamistas conservadores se han apropiado de Erdogan y dicen que es de los nuestros. Yo no lo veo así. Lo que ha hecho es utilizar las palabras del islam para lograr un apoyo electoral masivo. Pero su forma de actuar no casa con ello. El Corán prohíbe la corrupción, pero los casos de corrupción de algunos ministros no se han investigado e incluso el AKP ha obstaculizado que fueran juzgados. Esto es contrario al islam, a su justicia, porque si alguien roba tiene que cumplir un castigo. Ahora, con sus compañeros, protege a los culpables y los opositores, sean o no culpables, van en la cárcel. Esto también es contrario al islam, porque el Corán dice que no se puede ser injusto con los enemigos. Y en Turquía, como el partido ha penetrado en la religión, son los musulmanes los que ahora más defienden la corrupción, la injusticia y la opresión.
Además, el movimiento de Erbakan daba importancia al islam en todo el mundo. Nosotros hablábamos mucho de Cachemira, Bosnia, Palestina..., pero ahora, la política de Erdogan ha destrozado el mundo islámico en Oriente Medio y el norte de África. Cuando veo al ISIS yo también tengo miedo del islam. ¿Quién ha llevado a cabo esta política que ha ensuciado de esa manera el islam? EEUU, Qatar, Arabia Saudí y Erdogan. Erdogan ha dilapidado conscientemente todas las reglas de comportamiento del islam.
¿Por qué sostiene que la reforma constitucional es anormal?
No se conoce nada parecido. ¿Qué es esto? ¿Es una apelación a nuestra historia? No, porque al lado del sultán siempre había un gran visir. Ahora quiere eliminar el puesto de primer ministro, que tendría las funciones del gran visir en un sistema presidencialista. ¿Es para restaurar un Estado islámico? No. ¿Es para modernizar el Estado? No. ¿Es un sistema presidencialista? Tampoco. ¿Qué es? ¿Un cambio hacia el comunismo? Tampoco. ¿Hacia el fascismo? Puede, porque si se aprobara podría conducir hacia el fascismo. Por eso esa reforma es un grave error.
Vamos hacia una dictadura??
Si un partido se perpetúa en el poder, y no puede ser apartado, es una dictadura, de un partido o de una persona. Antes venía el Ejército y rápidamente echaba a los partidos poderosos. Erdogan controla cada parcela del Estado. ¿Cómo lo ha hecho? Acallando a la oposición, encarcelando a los periodistas y premiando a los leales. Si la reforma tuviera éxito, Erdogan sería aún más fuerte. Y la actual coyuntura solo puede ser alterada por el pueblo. Es la única esperanza.
Erdogan repite siempre que el pueblo le apoya. ¿El triunfo del «no» sería su final?
No, aunque no estoy seguro de que el pueblo le haya elegido. En Turquía no hay una democracia ni una competencia política equitativa.... Y si saliera «no», Erdogan no terminaría porque ya es demasiado poderoso.
En su día se especuló con un «quinto partido», una escisión en el AKP que los analistas ven como la única opción para derrotar a Erdogan. ¿Sería posible en estas circunstancias?
No podría suceder, ni aunque saliera el «no». Para crear un partido hace falta dinero y el apoyo de los medios de comunicación. Ahora los medios están controlados por Erdogan. Después del referéndum, la única opción estará dentro del MHP. Los expulsados podrían formar un partido. Pero entonces el MHP no pasaría el corte y seguiríamos teniendo un Parlamento con cuatro partidos.
«El AKP concibió el proceso de paz kurdo en su propio beneficio»
¿Cómo se va solucionar la causa kurda?
Es delicado. No se puede afrontar como el problema o el salvavidas de un partido, que es lo que hizo Erdogan. Esta causa interesa a todos y no solo a Erdogan y el proceso tendría que haberse llevado al Parlamento. El proceso de paz fue concebido para servir a los objetivos del AKP y, finalmente, colapsó.
¿El AKP quería la paz o fue una nueva maniobra de Erdogan?
Si los kurdos hubieran seguido apoyando electoralmente al AKP, este proceso habría tenido éxito. El problema fue que el HDP fue creciendo en votos. Cuando la causa de la paz es mucho más importantes que los votos.
El MHP y el HDP tienen dos caras, una local y otra nacional. Parece que el «sí» o el «no» dependen de sus votantes.
Quienes dicen «sí» no piensan en el significado de la reforma. Una parte está conectada a Erdogan y dirá lo que él diga. No piensan. La otra, principalmente en pequeñas aldeas y ciudades como pueden ser las kurdas, piensa que si saliera «no» Erdogan les castigaría. Entonces, por miedo, votarán«sí». Más allá de todo esto, si se piensa detenidamente, nadie racional podría votar a favor.
Cambiando de tema, y teniendo en cuenta que los gulenistas han sido equiparados al PKK tras la asonada, cabría recordar que Erbakan nunca confió en Güllen. ¿Quién permitió que tomara posiciones en el AKP?
En el periodo de Erbakan no teníamos ninguna relación con los gülenistas. Muchos comenzaron a llegar cuando obtuvimos el poder. Fueron ocupando puestos en la burocracia, la justicia y la Seguridad. El Cemaat de Gülen nunca estuvo tan dentro del Estado como en el periodo del AKP. Erdogan apoyó a esa gente para hacer un trabajo conjunto y obtener beneficio. Y así hasta 2013.

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