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El hijo de Trump publica correos que muestran que buscó apoyo de Rusia

En un intento de demostrar que no recibió información por parte de Moscú para apoyar la campaña electoral de su padre, el hijo mayor de Donald Trump hundió más en el escándalo la posición del presidente, al revelar que buscó con mucho interés que Rusia le diera datos comprometedores contra los demócratas.

La sombra de la injerencia rusa en los comicios presidenciales de EEUU se cierne nuevamente sobre el presidente, Donald Trump, después de que su hijo mayor reconociera haberse reunido con una abogada rusa en plena campaña y de que ayer divulgara los correos electrónicos en los que aceptaba este encuentro para lograr datos comprometedores sobre la candidata demócrata, Hillary Clinton.

En junio de 2016, a cinco meses de los comicios, Donald Trump Jr. mantuvo una reunión en Nueva York con una abogada rusa que, según un allegado común, podía aportar información embarazosa sobre Clinton y ser «muy útil» para su padre.

De acuerdo con el intermediario, Rob Goldstone, la información era «de muy alto nivel y muy sensible, pero es parte del apoyo de Rusia y de su Gobierno al señor Trump». Concretamente, aseguraba que el fiscal general ruso ofrecía a la campaña de Trump documentos oficiales que incriminarían a Clinton.

Donald Jr. respondió 17 minutos después que le «encantaría» tener acceso ellos, sobre todo antes del verano, y Goldstone le sugirió un contacto con el empresario ruso Emin Agalarov.

Finalmente, el 9 de junio se llevó a cabo la reunión con una abogada rusa en una oficina de la Torre Trump en Nueva York.

El empresario Jared Kushner, yerno del presidente y consejero del mandatario, y Paul Manafort, un asesor del entonces candidato presidencial, también participaron del encuentro. El lunes, Donald Jr. afirmó que la abogada «no tenía información para proporcionar y quería hablar sobre la política de adopción» de niños rusos por parte de familias estadounidenses.

Las circunstancias sobre esta reunión fueron reveladas el fin de semana por “The New York Times”, avivando de nuevo el escándalo que persigue a Trump sobre el papel que jugó Moscú en las presidenciales.

Varias agencias estadounidenses, incluyendo el FBI, investigan la presunta colusión entre Rusia y miembros del equipo de campaña de Trump, quien rechaza categóricamente esa hipótesis.

El abogado del hijo de Trump, Alan Futerfas, calificó los informes como «mucho ruido por nada». Futerfas señaló que Goldstone sugirió en un e-mail que cierta «gente tenía información concerniente a supuestas malas acciones» de Clinton en sus tratos con Rusia». Pero de la reunión «no salió nada. Su padre no sabía nada sobre eso. La conclusión es que Donald hijo no hizo nada malo», indicó Futerfas, agregando que su cliente cooperaría en cualquier investigación. Aunque Donald Trump Jr., quien administra los asuntos de la Organización Trump, no es parte del Gobierno, sus funciones durante la campaña, así como la presencia en esa reunión de dos pesos pesados del equipo electoral forzaron a la Casa Blanca a dar explicaciones y dejar al presidente al margen de un grave problema político. «La reunión fue muy corta y no hubo una siguiente», dijo Sarah Huckabee Sanders, portavoz de la Presidencia, y añadió que el mandatario solo supo del encuentro «hace un par de días». «El presidente no estaba al tanto y no asistió al encuentro», aseguró también Mark Corallo, portavoz del abogado particular del mandatario.

 

El Senado investigará la reunión y llamará a Donald Jr.

Los mensajes publicados por Donald Trump Jr. no hicieron sino aumentar la tormenta política en Washington y las explicaciones de la Casa Blanca no fueron suficientes para apaciguar al Congreso, donde una comisión del Senado investigará la reunión. «Es la primera vez que el público ha visto pruebas claras de, al menos, un intento del equipo de campaña de Trump de obtener información, en este caso proveniente de un potencial agente extranjero, que podría haber interferido con los esfuerzos de campaña de Hillary Clinton», dijo a CNN el vicepresidente demócrata de la Comisión de Inteligencia del Senado, Mark Warner. «Es muy problemático», reconoció el senador republicano Lindsey Graham. «No podemos tolerar que un Gobierno extranjero contacte con un equipo de campaña y diga ‘os vamos a ayudar’. Es inaceptable», afirmó. La republicana Susan Collins apuntó que esa comisión «necesita entrevistar» a Donald Jr. y a los otros participantes de la reunión. El hijo del presidente aceptó, en principio, la invitación.GARA