Las pérdidas sufridas por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller, Angela Merkel, y del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), de Andrea Nahles, se mueven en los márgenes previstos por los sondeos. Ambos partidos perdieron alrededor del 11% de los votos, pero aún así la CDU sigue siendo la primera fuerza política con el 27,3%, mientras el SPD disputaba el segundo puesto con los ecologistas Verdes que gracias a los 8 puntos que han subido, han logrado casi un empate técnico al lograr en torno al 19% de los votos. La diferencia entre ambos partidos era cuestión de décimas. Los sondeos daban cinco décimas más a los Verdes, 19.6%.

Es habitual que en Hesse los resultados sean muy ajustados, por lo que las consecuencias definitivas de estas elecciones no se iban a conocer hasta la finalización del recuento.

Lo que sí era seguro era que la xenófoba Alternativa para Alemania (AfD) logró la mayor subida, unos 8,7 puntos, haciéndose con el cuarto puesto. El 12% de los votos le permiten acceder al Parlamento de Wiesbaden. Llega así su consolidación a nivel regional al estar ya presente en los hemiciclos de los 16 estados federados.

También lograron representación, el Partido Liberaldemocrático (FDP), con algo más del 7%, y el partido socialista Die Linke (La Izquierda), que ha subido el 1,4% llegando a 6,6 puntos.

Quedaba por saber también si el Gobierno saliente, formado por el demócrata cristiano Volker Bouffier y el verde Tarek Al-Wazir, se quedaba a un escaso de la mayoría absoluta de 63 diputados. De no lograrlo, necesitaría al FDP para contar con un Ejecutivo estable.

Los efectos de la debacle de CDU y SPD se dejaron sentir en Berlín. Nahles, visiblemente afectada, dijo que «el estado del Gobierno no es aceptable». Exige ahora una hoja de ruta de la Gran Coalición y quiere revisar la continuación del SPD en el bipartito. Por parte de la CDU, su secretaria general, Annegret Kramp-Karrenbauer, admitió el «doloroso» resultado y responsabilizó de ello a la mala imagen dada por el Ejecutivo de Berlín.

Desde hoy, cada socio de la Gran Coalición sacará sus conclusiones de las caídas sufridas en dos elecciones regionales en 15 días. Hesse ha incrementado la inestabilidad política del Gobierno federal.