
Esa prolongación comenzó en 1939, año del final de la guerra, cuando volvieron las fiestas después de dos años de parón.
En concreto, hace 80 años, el 18 de julio se descubrieron las placas dedicadas a Zumalacárregui en el portal de Francia y al general Mola en Capitanía, en el actual Archivo General. Además, se entregaron títulos de hijos predilectos y adoptivos al conde de Rodezno y varios generales.
El día siguiente, 19 de julio, fue jornada con horario y programa sanfermineros y adición de actos políticos-militares: diana, encierro y parada militar con misa en la plaza del Castillo. Por la tarde, hubo corrida de toros y por la noche, fuegos artificiales, música y baile.
El regreso de los sanfermines no dejó buen sabor de boca a todos. Un tratante levantino que había recalado en Iruñea para participar en la feria de ganados decidió ahorrarse la cama en una fonda pasando la noche durmiendo en un banco. Cuando se despertó, se llevó la desagradable sorpresa de que le habían robado 35.000 pesetas. Era una cantidad muy respetable si tenemos en cuenta que por un caballo se pagaban entonces entre 1.000 y 3.000 pesetas.

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